Artículo publicado en El Correo (15/11/2022)
En Europa, donde abundan los relativistas del cambio climático, se asocian a la ultraderecha las posiciones que ridiculizan la amenaza real que representa el calentamiento global del planeta. España forma parte de los países donde la posición negacionista es más residual entre sus habitantes y donde Vox, a pesar de ser el único partido que votó contra la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, no ha encontrado cómo motivar a sus votantes con banderas negacionistas. En Euskadi, donde la extrema derecha es testimonial y Vox tiene una representación insignificante, todavía es menor el apoyo a posiciones que niegan la seriedad del problema. Por eso vale la pena observar las diferencias entre los partidos más representativos de la sociedad vasca desde otra perspectiva para ver las diferencias que hay entre sus votantes.
Cuando se pregunta sobre la gravedad de la crisis climática, más del 85% de la ciudadanía vasca es consciente de ella y no hay diferencias significativas entre los votantes de los diferentes partidos. Cuando preguntamos en las encuestas por las urgencias climáticas tampoco aparecen los negacionistas. Más del 90% consideran urgente luchar contra la crisis climática. Esto quiere decir que en Euskadi los votantes de todos los partidos comparten la importancia del problema. Pero una cosa es tu colección de problemas importantes y otra tu orden de prioridades. Aquí sí que existen diferencias entre los ciudadanos vascos según al partido al que voten.
En general, la preocupación por la crisis climática fue ascendiendo en los últimos años hasta la llegada de la pandemia. Si en 2013 tan solo un 1% de la ciudadanía vasca la situaba entre sus tres principales preocupaciones, en el invierno de 2019 llegó a un 12% entrando en la lista de los diez problemas principales de la ciudadanía. Existen diferencias importantes en el orden de prioridades atendiendo al partido votado en las últimas elecciones vascas. Los votantes que más priorizan la lucha contra la crisis climática son los del Elkarrekin Podemos. El 26% lo sitúa entre los tres principales problemas que tiene Euskadi. Alrededor del 10% tanto de los votantes del PNV como de EH Bildu colocan la crisis climática en el ‘top tres’ de sus prioridades. Los votantes que menos priorizan la crisis climática son los del PSE y los del PP, un 5%.
Si les preguntamos por el desarrollo de las infraestructuras necesarias para la transición hacia las energías renovables nos volvemos a encontrar con la transversalidad. Más del 80% de los votantes de los partidos apuestan por abandonar las energías fósiles aunque tenga costes y avanzar por la vía eólica y fotovoltaica. La transversalidad de las renovables desaparece con la energía nuclear. El 59 % de los votantes del PNV y el 65% del PP se apoyarían en la energía nuclear durante la transición energética. La mayoría de los votantes de EH Bildu y Elkarrekin Podemos rechazan su utilización. Y los votantes del PSE se muestran divididos.
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