Los estudiantes de Deusto, Unai Carrillo, del doble grado en Administración de Empresas + Ingeniería en Tecnologías Industrial, y Liang Hou, del doble grado en Ingeniería Informática + Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial, obtuvieron la victoria junto a otros dos participantes de otras universidades en la última edición del Weetbe Hackathon, celebrado en Zorrozaurre el pasado 10-11 de marzo. En este evento tecnológico, tuvieron que participar durante 24 horas seguidas para resolver el reto que les planteó Wolco Group, una firma especializada en el diseño y fabricación de herramientas de corte industrial: convertir el sistema de ventas de la compañía vizcaína en uno de alquiler.
El ‘Hackathon’ es el resultado de combinar hacker y marathon. En su origen, eran todo tipo de encuentros de programadores que, entre 24 y 48 horas, diseñaban soluciones de software en grupos reducidos. Sin embargo, ahora los participantes tienen perfiles tecnológicos, emprendedores, de diseño, financiero o marketing que, formando equipo, deben solucionar el problema que les planteen las empresas retadoras. El resultado debe ser un prototipo terminado para un producto, servicio o modelo de negocio innovador.
Aunque Liang Hou y Aitor, estudiante de Ingeniería Mecatrónica en la sede bilbaína de la Universidad de Mondragón, tuvieron suerte de que les tocara juntos, ya que se conocen desde pequeños -ambos estudiaron en Veracruz y Marianistas-, partieron con desventaja. Su equipo, que en un principio iba a ser de 6 personas, se quedó en 4 por el abandono de última hora de dos participantes. Precisamente fueron los más acordes al reto por su formación más financiera, ya que el resto son ingenieros. Aún así, no se amedrentaron. Se metieron en una sala desde primera hora de la tarde del viernes, con sólo breves paradas para alimentarse y con la ayuda de un tutor con conocimientos en la materia que les resultó clave para orientarse, y durante 24 horas se centraron en el proyecto y no salieron hasta conseguirlo.
Su propuesta y presentación gustaron al jurado y a la propia Wolco Group, que les dijeron que lo iban a tener en cuenta para ver si podían ponerlo en práctica, y consiguieron el primer premio, que consistía en 3.000 euros para todo el grupo.
Tras la prueba, Aitor aconseja que “aunque no hay tantos Hackathon, no estaría mal que se organizaran más, también en Vitoria, porque la gente ya suele apuntarse y creo que son citas muy completas para aprender y ponerte a prueba. Y también para establecer contactos con empresas”.
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