Entrevista publicada en El Correo (21/04/2023)
Caminar junto a Juan José Etxeberria por la Universidad de Deusto era ayer una misión casi imposible. Cada dos pasos se le aproximaban compañeros y alumnos para darle la enhorabuena. Acababa de ser nombrado nuevo rector de la centenaria institución hasta 2027 en sustitución de José María Guibert, que ha estado diez años en el cargo y con quien ha colaborado de manera estrecha en los últimos tiempos.
– ¿Cómo ha recibido la noticia?
– Con ilusión, esperanza y agradecimiento por la confianza que han depositado en mí tanto la Iglesia como la Compañía de Jesús y los diferentes órganos de la Universidad. Y quiero reiterar y reafirmar públicamente la vocación de servicio a la sociedad que tiene la Universidad.
– ¿Cuáles son los principales retos que afronta la universidad?
– Tenemos un plan estratégico aprobado justo ahora, que define las líneas de trabajo hasta 2026. Me gusta nuestro lema: ‘Personas que transforman el mundo’. Creo que es importante ver el potencial humano que tiene en este momento la Universidad. Personas comprometidas, implicadas, capacitadas. Hay retos vinculados al tema de la docencia; tendremos que diversificar e innovar. También me parece muy importante todo el ámbito de la investigación y de la transferencia.
– Las novedades más relevantes en los últimos años han llegado en el ámbito sanitario: Facultad de Medicina, Enfermería… ¿Va a continuar por ese camino?
– Seguramente ahí podamos ver más opciones. También hemos desarrollado mucho las ingenierías, en el tema de data analytics, inteligencia artificial y otro tipo de ingenierías. Ahí también se nos abren nuevos caminos y son importantes. Y ofertamos grados en educación y deporte, que son áreas que van teniendo mucha fuerza. Inteligencia artificial
– Menciona la inteligencia artificial. ¿Cómo se posiciona la universidad frente al reto que supone?
– Ahora se habla mucho del Chat GPT. Yo lo veo como una oportunidad. Nos va a transformar en ciertas cosas, y tenemos que estar abiertos a ello. Lo que uno no puede hacer es cerrar los ojos ante esa realidad. Veremos qué oportunidades tiene. Y también habrá que ver los límites que puede tener, lógicamente.
– ¿Tiene planes para que Deusto crezca en Bilbao?
– Tenemos la suerte de estar en un sitio privilegiado, con posibilidad de expandirnos todavía aquí en el campus. También en Donosti, donde ha habido una gran expansión. Somos una institución arraigada en Bilbao y que siempre busca el servicio a la sociedad desde el año 1886. Tenemos una gran capacidad de innovación, de adaptación, de flexibilidad. Y lo hemos vivido en la pandemia, la universidad ha sabido responder.
– ¿Cree que Bilbao es atractivo para los jóvenes de fuera?
– El contexto social en este momento del País Vasco ciertamente ayuda a que vengan los estudiantes. Quizá hace unos años era más complejo, lo sabemos todos. Pero hoy día el contexto social, político, económico, la cultura… Todo eso puede tener un atractivo para estudiantes internacionales.
– ¿Nota ya la universidad el declive demográfico?
– No del todo. Nuestro estudiante fundamentalmente es local y el País Vasco demográficamente va bajando. Así que nos llegará. ¿Cómo podemos afrontar eso? Pues buscando todo tipo de ofertas docentes. Considero que en el futuro las personas tendrán que actualizarse constantemente para poder adaptarse en sus profesiones. Y para eso necesitamos formaciones más de tipo continuo, no de grado o de posgrado, que nos ayuden a entender mejor nuestro mundo, nuestra sociedad. Ahí tenemos un reto claro. No estamos hablando de jóvenes, sino que estamos hablando de otra franja de edad.
– Un cambio de paradigma.
– Eso es. En los últimos años no nos ha bajado el número de estudiantes, sino que nos ha subido. Pero va a haber un momento lógicamente en el que va a haber una bajada demográfica. Y eso nos va a afectar a todas las universidades vascas. Valores cristianos
– ¿Tienen sentido los valores cristianos en una sociedad cada vez más secularizada?
– Yo creo que sí. Los valores cristianos son universales: solidaridad, respeto, dignidad humana… Jesús de Nazaret incluía a las personas más desfavorecidas. Uno de los temas que nosotros tenemos como Compañía es caminar junto a los pobres, los desfavorecidos y los descartados del mundo. Tenemos que trabajar por la ecología, por el cuidado de la casa común. Todo eso lo hacemos desde una tradición cristiana. De ahí nuestro compromiso constante aquí con todo el tema de los migrantes, los refugiados afganos y ucranianos…
– ¿Cuál es la situación de los estudiantes ucranianos que acogió la universidad?
– Diseñamos programas ‘ad hoc’ para ellos. Les becamos al 100% y fueron acogidos por familias de aquí. Ahora mismo tenemos 25 y están totalmente integrados con el resto de alumnos en sus respectivos grados. Y también tenemos cinco familias afganas en una situación muy complicada que han venido dentro de un proyecto europeo global.
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