Artículo publicado en el blog Legal Today (17/05/2023)
Termina el abuso por parte de la industria de los videojuegos mediante las loot boxes. Ya son varios los países que han adoptado iniciativas para frenar la expansión de estos tokens virtuales mediante la consideración de estas como gambling. Las obligaciones y restricciones que se están imponiendo a estas empresas ayuda a acabar con la posición de superioridad en la que se encontraban, protegiendo así a la parte más débil: los consumidores y usuarios. Lo que parecía pura diversión, realmente tiene un trasfondo más oscuro y el Derecho ha llegado para terminar con él.
Las loot boxes o las cajas de recompensa son unos artículos virtuales que cada vez son más habituales en los videojuegos. En concreto, se trata de premios que se compran con monedas digitales que se van obteniendo a lo largo que el juego avanza o lo más habitual, pagar con dinero real para su logro.
La clave de estos cofres está en que se trata de una compra a ciegas de manera que el comprador no sabe el contenido exacto que le va a tocar ya que el resultado depende únicamente de porcentajes de posibilidades. Esto es, cuanto más extraordinario es un objeto, menos posibilidades tiene de que toque.
Uno de los juegos más conocidos mundialmente y ejemplo de hacer uso de las loot boxes desde 2015 es FIFA, mediante sus famosos sobres en el modo de juego Fifa Ultimate Team. En la categoría competitiva del juego, los usuarios no tienen todos los futbolistas desbloqueados por lo que para crear y mejorar el equipo con el que van a competir, la única manera para conseguir a los mejores futbolistas es comprando esas cartas. Ahora bien, dependiendo del nivel de los futbolistas en la vida real, su probabilidad en los sobres varía, siendo los de más nivel los que menos posibilidades tienen. Específicamente, hablamos de una probabilidad del 4,2%.
Ahora bien, en estos últimos años, en el mundo del Derecho, estas “simples” e “inofensivas” cajas de recompensa se encuentran en el foco de mira siendo cada vez más los Estados los que están tomando medidas contra ellas por compararlas con los juegos de azar o las casas de apuestas y por considerarlasgambling.
Un ejemplo de ello es la sentencia que se dictó en marzo de 2023 por parte de un pequeño juzgado del distrito de Hermagor, en el estado de Carintia en Austria. En concreto, el juez calificó las loot boxes como juego de azar y le dio la razón a un usuario menor de edad, obligando a la empresa PlayStation (Sony) a devolver los trescientos-cuatrocientos euros que se gastó dicho jugador en los sobres del modo FIFA Ultimate Team durante una noche.
El argumento principal de la parte demandante se basó en la idea de que el valor de las cartas de este videojuego es variable y depende únicamente de la suerte, pudiendo el contenido de los sobres valer mucho menos de lo que se paga originalmente. De esta manera, que el beneficio económico que obtenía la empresa dependiera solamente del azar, violaba las leyes de juego austríacas.
A pesar de que Sony pueda apelar la decisión del tribunal, los antecedentes son más bien desfavorables: Reino Unido incluso ya cuenta con el denominado Gambling Act; Bélgica, vetó las cajas botín en su día; y los Países Bajos impuso una multa de más de 10 millones de euros a otra empresa por ofrecer los sobres FIFA. En esta misma línea, Austria podría incluirse en esa lista de Estados a favor de prohibir y eliminar la existencia de las loot boxes e impactar en la manera de operar y gestionar el negocio que tienen Electronic Arts y Sony en el país.
España, por su parte, no se queda atrás. En verano de 2022, el ministro de consumo Alberto Garzón, aseguró en el seminario denominado “Loot boxes: Nuevos retos de la industria de videojuego” que España iba a ser el primer Estado Miembro de la Unión Europea que tuviera una legislación para regular las loot boxes, así como otras figuras en alza como las criptomonedas o los NFT. De esta manera, en los últimos meses se ha llevado a cabo el Anteproyecto de Ley por el que se regulan los mecanismos aleatorios de recompensa asociados a productos de software interactivo de ocio con la intención de que entre en vigor el 2 de enero de 2024.
Este anteproyecto de ley considera a las cajas de recompensa similares a las máquinas de azar ya que su uso podría conllevar la creación de conductas de consumo “irreflexivas, compulsivas y patológicas”. Así, se encarga de establecer ciertas restricciones y obligaciones dirigidas especialmente a las empresas o entidades dedicadas a explotar o comercializar las cajas botín. Entre varias de esas obligaciones y prohibiciones, encontramos las siguientes:
- Prohibición del uso de las loot boxes a los menores de dieciocho años, con la obligación de ejecutar sistemas para verificar la identidad de los usuarios y la implementación de mecanismos de control parental.
- Prohibición de la publicidad de las cajas botín en la línea de lo que se recoge en el Real Decreto 958/2020, de comunicaciones comerciales de las actividades de juego, introduciendo la negativa de su publicidad en medios presenciales y con la delimitación de la franja horaria en radio y televisión de 1:00h a 5:00h de la mañana.
- Obligación de informar a todos los usuarios respecto de las loot boxes y sus condiciones tales como la probabilidad de cada uno de ellos, el precio en euros y el acceso fácil a la información de las cajas botín desde el menú de inicio del juego.
- Obligación de la introducción de un mecanismo para que los jugadores puedan fijar de manera voluntaria el gasto que deseen como “techo” en sus compras.
Igualmente, es destacable que hablamos de un anteproyecto de ley y que durante la revisión de la misma, puede que los partidos políticos introduzcan enmiendas modificando parcial o sustancialmente lo que se ha recogido en una primera instancia. En cualquier caso, España por fin contará con una regulación de estos tokens virtuales, poniendo fin así a su vacío legal. Ahora, solo nos queda esperar.
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