Artículo publicado en El Correo (27/05/2023)
Estimada candidata o candidato: en primer lugar, quisiera darte las gracias por haber asumido la responsabilidad de presentarte a las elecciones y, una vez recogidos los votos de tu ciudadanía, acceder a tu acta como concejala o concejal. Tienes mucho mérito al dar un paso al frente en un contexto tan complejo, lleno de incertidumbres y dificultades. Recuerda la realidad que ha acompañado a las personas que asumisteis o asumieron dicha responsabilidad en el mandato anterior. Llegaron con las alforjas llenas de buenos propósitos y se encontraron con la dramática irrupción de la pandemia en nuestras vidas y en las agendas políticas. Y, por desgracia, no será el último sobresalto que en el orden medioambiental, económico, social, cultural y político sacuda tus sanas intenciones.
Por otro lado, el aire que se respira en la vida política actual enrarece el necesario y noble arte de la búsqueda de soluciones a la vida pública. La campaña electoral ha estado llena de eslóganes y debates alejados de las preocupaciones ciudadanas y de la vida local. La pugna estridente de los partidos por la conquista del voto aumenta la distancia y la desconfianza hacia las estructuras políticas y las personas que las encarnan. Dicha atmósfera no beneficia precisamente a quienes ocupáis el último eslabón de la cadena institucional, el más próximo a la ciudadanía, pero no por ello liberado de las emisiones de gas contaminante procedentes de los foros políticos más alejados.
Quisiera reconocerte el mérito que tienes al interrumpir tu progresión profesional por al menos cuatro años a cambio de una retribución limitada o, en la inmensa mayoría de los casos, a unas dietas por horas tasadas como único ingreso que no están a la altura de tu generosa contribución en horas y renuncias de carácter profesional, personal y familiar. Asumes un riesgo que difícilmente encontrará recompensa material, pero tampoco afectiva en forma de gestos o palabras de agradecimiento. Sin embargo, estás dando un paso importante, un compromiso con un desarrollo más humano y sostenible del municipio y de las personas que lo habitan y transitan.
Podría compartirte algunas sugerencias relacionadas con ese ámbito, el medioambiental, económico, social o cultural… Pero, en esta ocasión, quiero trasladarte dos ruegos más relacionados con tu manera de hacer que con lo que finalmente hagas.
En primer lugar, quiero centrarme en el talento que vas a necesitar, entendido como la acumulación suficiente de conocimientos y competencias que garanticen la puesta en marcha de soluciones adecuadas a los retos planteados. No me estoy refiriendo solo a tu talento, sino sobre todo a tu capacidad para poner en valor el procedente de tus colaboradoras y colaboradores más directos, de otros representantes políticos del gobierno local y de la oposición, del empresariado y emprendimiento local, del tejido asociativo en todas sus formas y de la ciudadanía anónima. Ojalá conviertas el cultivo del talento en un reto colectivo, en una búsqueda incansable del saber hacer colectivo más adecuado en cada caso y circunstancia.
En segundo lugar, quiero hacer un guiño al talante, a esa manera especial con la que debieras encarar la realidad desde valores democráticos, desde una actitud cívica consciente, responsable y comprometida. Me refiero no solo a tu talante, sino al que consigas cultivar en tu entorno. Especialmente me gustaría solicitarte alteridad, empatía y solidaridad. Te agradeceré, de todo corazón, una mirada basada en un espíritu de colaboración, cocreación y corresponsabilidad. Te propongo llegar a más gente y mejor. Pero, ante todo, llegar de otra manera a todas las personas que habitan y transitan tu municipio.
Vivo las elecciones municipales, desde aquella lejana primavera de 1979, como un momento hermoso en que personas responsables entregan parte su vida a otras con el único objetivo de mejorar el bienestar y el bienser de cada una de ellas. Un gesto de generosidad por parte de varios miles de personas que se presentan como candidatas permite que varios millones vean transformadas sus vidas haciendo de sus municipios lugares donde vivir mejor.
Por delante tienes cuatro años para avanzar hacia un desarrollo más humano y sostenible, con talento, buscando conocimiento y competencia entre quienes puedan facilitarlo, y con talante, sustentado en valores democráticos y relaciones humanas plenas de alteridad, empatía y solidaridad. Espero que puedas cumplir tus buenos propósitos. Será en beneficio de todas y todos.
Deja una respuesta