Artículo publicado en El Correo (16/10/2023)
La mayoría parlamentaria que se está construyendo en España refleja con exactitud a la mayoría social y política vasca. El Partido Socialista fue el más votado en las últimas generales en Euskadi con 289.000 votos. Muy cerca, en segundo y tercer lugar, quedaron el PNV y EH Bildu con cerca de 275.000 votos. Muy lejos, en quinto lugar, Sumar aportaba 125.000 votos a la cuenta de los escaños vascos que apoyarán la próxima investidura de Pedro Sánchez. En total representan el 84% del electorado vasco y 16 de los 18 escaños que hay en juego.
El Partido Socialista ganó las últimas elecciones generales en Euskadi tras una legislatura en la que disfrutó del apoyo continuado de EH Bildu y del PNV. De hecho, la izquierda abertzale fue decisiva tanto para dar cobertura parlamentaria al estado de alarma durante la pandemia como para desarrollar las leyes de contenido social que caracterizaron la última legislatura. La creación del Ingreso Mínimo Vital, la conquista de nuevos derechos civiles como la eutanasia, la ley que regulaba a los riders, la supresión del delito que penaba a los piquetes en las huelgas… EH Bildu también convalidó los decretos de medidas frente a la crisis de Ucrania, ayudó a derogar el despido por bajas médicas o facilitó una Ley de Vivienda que permite poner topes a los alquileres en las zonas tensionadas.
EL PSOE tiene muchas fotos con EH Bildu en los últimos años y le hubiera gustado tener más como, por ejemplo, la de la reforma laboral o la de derogación de la ‘ley mordaza’. Esta relación institucional normalizada en Euskadi no ha desgastado ni a los socialistas ni a EH Bildu, que han crecido en los últimos años. Y la pertenencia a este bloque de progreso tampoco está detrás del distanciamiento de parte de la sociedad vasca con el PNV, como interesadamente se malinterpreta desde el Partido Popular.
La mayoría de la sociedad vasca ha apoyado las diferentes leyes desarrolladas por el Gobierno de Pedro Sánchez en los últimos años. Y los votantes del PNV se posicionaban mayoritariamente a favor durante toda la legislatura. Según el Deustobarómetro, en 2022, el 76% de sus votantes quería que Sánchez agotara la legislatura y el 83% se sentía satisfecho con las transferencias de competencias a Euskadi impulsadas por el gobierno socialista. El 71% de los votantes del PNV también apoyaba la mesa de diálogo con Cataluña impulsada la pasada la legislatura. El 86% estaba feliz con el pacto europeo sobre energía que permite a España y a Portugal fijar límites a los precios de la energía. Y el 67% apoyaba la reforma laboral que no suscribió su partido. El apoyo a las medidas intervencionistas tanto en el transporte público como con los descuentos en la gasolina también fueron del gusto de la mayoría de votantes del PNV.
Esta sintonía social del Gobierno Sánchez con Euskadi, reflejada en el apoyo que recibe y recibirá de los partidos más relevantes del territorio, debería ayudar a que las próximas elecciones vascas se jueguen en clave exclusiva de agenda vasca y modelo de país. El PP vasco con su nuevo liderazgo tendrá una oportunidad para crecer si acierta en alejarse del ruido que genera su partido a nivel estatal con el que no sintoniza la mayoría social vasca.
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