Artículo publicado en Estrategia Empresarial (01/05/2024)
Es innegable que hoy en día nos enfrentamos a desafíos complejos que, aunque son globales, tienen impactos desiguales en diferentes territorios. Uno de los mayores retos en las agendas de los gobiernos es el ligado a la sostenibilidad medioambiental y la lucha contra el cambio climático. En este sentido, las políticas y acciones encaminadas a avanzar en términos de sostenibilidad abarcan diferentes ámbitos, uno de los cuáles es dotar de direccionalidad a la ciencia, tecnología e innovación. Así, la generación y explotación de conocimiento es uno de los elementos clave que pueden contribuir a alcanzar una economía y sociedad con baja huella medioambiental.
El Informe de Competitividad del País Vasco publicado en 2023 incluye, precisamente, un análisis del posicionamiento de la CAPV en la palanca de conocimiento para la transición sostenible.
Concretamente, se analizan indicadores de inversión en I+D tanto privada como pública, la excelencia científica y el desempeño en patentes.
En términos de inversión, destaca la evolución positiva del gasto en I+D empresarial en ámbitos verdes -pasando de un 15,2% sobre el gasto total en 2019 a un 17% en 2021-, así como la financiación pública regional a la I+D en el ámbito de energías más limpias. Particularmente relevante es la participación de entidades en proyectos de prioridades verdes de los programas de apoyo de I+D europeos. Casi el 41% de los fondos del programa Horizonte 2020 recibidos en el País Vasco se dedicaron a proyectos con orientación verde, principalmente en las áreas de transporte inteligente y energía segura, limpia y eficiente.
En cuanto a resultados, el conocimiento puede medirse a través de indicadores de excelencia científica como son las publicaciones y su calidad, y de desarrollo tecnológico como las patentes. En ambos indicadores el País Vasco cuenta con un buen posicionamiento con respecto a Europa en ámbitos como la energía, los océanos o el agua y los residuos. Es particularmente relevante, además, la especialización vasca en patentes verdes: mientras que la actividad patentadora del País Vasco se sitúa por debajo de la media de la UE-27, la especialización en patentes de tecnologías medioambientales ha ido mejorando hasta situarse bastante por encima. Los resultados de estos análisis muestran que las universidades, centros tecnológicos, centros de investigación cooperativa, etc. ya llevan recorrido un camino en la generación de conocimiento clave para la transición sostenible. Según el informe, el sector empresarial también está apostando por invertir en el desarrollo de conocimiento en este ámbito. Por lo tanto, la direccionalidad de las políticas de I+D+i y las acciones de los diferentes agentes hacia la generación de conocimiento crítico para la sostenibilidad han dado sus frutos.
Si bien el mensaje es positivo no hay que olvidar que la generación de conocimiento es una carrera a medio-largo plazo, por lo que habrá que seguir trabajando y reforzando las inversiones en estos ámbitos. Además, el conocimiento debe trasladarse a resultados de innovación con impacto en el territorio.
Para aunar la generación y explotación de conocimiento será fundamental la colaboración entre los agentes de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación y el tejido empresarial. En ese sentido, se deberán promover modelos de gobernanza colaborativos que contribuyan a abordar retos complejos como el cambio climático en los que la solución depende de una gran variedad de agentes.
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