Entrevista publicada en El Diario Vasco (12/02/2025) / Begoña del Teso.
Felix Arrieta Frutos es licenciado en Ciencias Políticas por la UPV y doctor por Deusto

De Gros, alumno que fue de Zurriola Ikastola, el domingo estuvo en el partido de la Real contra el Espanyol y siguió pensando que el club y la liturgia que empapa cada partido son dos de los más grandes cohesionantes de la población de este territorio histórico. Da clases en Deusto. Trabajo Social. Euskaraz. Gizarte Lana. Un compañero, Martín Zuñiga, acaba de poner en marcha un máster pleno de actualidad, Democracia, Instituciones Públicas e Innovación Política. Él, por su parte, tiene cientos de artículos publicados, una tesis doctoral sobre los factores determinantes de la complejidad del sistema vasco de servicios sociales y dos libros escritos, ‘El archipiélago del bienestar’ y ‘Zaintzaren hariak’. De todo eso hablamos (euskaraz, gaztelaniaz) en la terraza junto al río.
– ¿Cómo son?
– ¿Quiénes?
– Tus alumnas y alumnos de Trabajo Social. Aparte de imperfectos (como todos) y de intentar ser coherentes (como algunos).
– Voy a utilizar una palabra que, en cierto modo, ha caído en desuso: vocación. Son gente con mucha vocación que creen y quieren conseguir una sociedad mejor; chicas y chicos enfocados a los demás. Preocupados por el bienestar social, desean ocuparse en el desarrollo del Estado del Bienestar. De uno auténtico porque muchas veces ese del que disfrutamos nosotros y que tanto miedo nos da perder a causa de la llegada de ‘los otros’ se basa, se ha basado desde tiempos muy lejanos, en el Estado del Malestar de, precisamente, esos ‘otros’. Desde los tiempos de la Conquista, en la época de la colonización, cuando la esclavitud. Ahora mismo, cuando nuestro bienestar depende del trabajo que para nosotos hacen cientos, miles de migrantes. A los que por cierto, tenemos miedo.
– ¿Por qué les tenemos?
– Porque siempre te pones en guardia contra aquello, aquel o aquella a quien no conoces. La ‘otredad’ da miedo. A no ser…
– ¿Qué?
– Que ya hayas establecido un vínculo. Entonces la ‘otredad’ no es tan ‘otredad’. Admites a la emigrante que trabaja en tu casa, al que trabaja en tu viña. Pero los demás siguen siendo ‘los otros’. Y seguimos sin comprender que los necesitamos para apuntalar nuestro estado de bienestar. Pero no ha de ser, lógicamente, sobre su estado de malestar. Por eso cuando se habla de los cuidados, de su institucionalización, de sacarlos del terreno íntimo, doméstico, familiar, se reivindican buenas condiciones de trabajo para quienes cuidan. Una vida digna. Y por supuesto, un desarrollo pleno de programas y políticas.
– En ‘Zaintzaren hariak’ insistes mucho en que fueron las femistas quienes llevaron el tema de los cuidados al campo de batalla.Y les das las gracias por ello.
– El feminismo ha hecho tremendas aportaciones a las ciencias sociales y políticas y compartido mucho con quienes, repitámoslo, queremos ser coherentes a pesar (o porque) nos sabemos imperfectos además de saber que todo lo que hemos sido, vivido, escuchado, compartido, todo aquello en lo que nos hemos equivocado (o no) nos ha hecho lo que somos. Digámoslo en euskara, ‘izan garenetik iristen gara garenera’. En cuanto al feminismo, piensa que los cuidados fueron uno de los puntos drásticos que llevaron a la Huelga General Feminista del 8-M 2024.
– El Estado del Bienestar no es cosa de hoy. Ni de ayer. Hemos de retroceder al siglo XX, ¿no?
– Situémonos, por ejemplo, en la Gran Bretaña que se recuperaba de la II Guerra Mundial… Pero claro, aquel primer ‘estado de bienestar’ estaba pensado para la realidad de entonces, para una familia en donde el hombre (blanco) trabajaba y llevaba el dinero a casa; un hogar de cuyo cuidado se encargaba la mujer. Pasan los años y de pronto la mujer comienza a trabajar fuera. Y se va cargando de ‘mochilas’ porque no deja de atender la casa, los hijos, a los mayores. Surge el mito de ‘la superwoman’. De ahí la lucha actual por la redifinición de los cuidados…
– Escribiste en euskara el libro que al respecto publicaste en 2023. Dices que las lenguas nos construyen. Interesante eso de que no significan lo mismo ‘bienestar’ y ‘ongizate’. Sin embargo, son sinónimos al traducirlos…
– Cierto pero en castellano es algo más transitorio… ‘estar bien’, es decir, puedes dejar de estarlo. En euskera sería ‘ser bien’. Y ser no puedes dejar de ser…
– ‘Transitorio’, como los derechos en esa democracia en peligro que analizará el nuevo máster de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Deusto.
– La democracia esá en peligro porque cada vez hay más gente que cree en quienes le ofrecen soluciones simples a problemas complejos. Los derechos existen pero de nada sirven si no hay políticas para que su ejercicio sea posible. Si sin derogarlos, se echan al olvido. ¿De qué sirve tener derecho a una vivienda si alquilarla o comprarla resulta imposible? Vivimos tiempos difíciles, lo que dábamos por seguro se tambalea. Hay que recuperarlo, rebatallarlo, repensarlo, reinventarlo….
Gracias por el artículo.
Ante la incertidumbre que vivimos tenemos que mirar hacia atrás y ver que hemos perdido para poder recuperarlo para hacer una sociedad con menos enfrentamiento. Tenemos que ser capaces de ejecutar lo que ponemos en el papel.