Artículo publicado en El Correo (13/10/2025)

Esta semana se inaugurará el IBM-Basque Country, el ordenador cuántico más avanzado de Europa. Esta inauguración se producirá en el momento en el que la ciudadanía está más desenganchada del futuro y de la tecnología y con una opinión pública más pendiente de proteger su bienestar, su salud y su seguridad que de progresar a través de las revoluciones tecnológicas. Por eso es importante que desde las instituciones hagan el esfuerzo de acercar los sueños cuánticos a la ciudadanía a través de una explicación sencilla y masticable sobre cómo pueden ayudar a proteger mejor su bienestar, su seguridad y su salud.
Es conveniente que la ciudadanía vea la utilidad de las inversiones en esta política pública que tiene más que ver con la protección a la ciudadanía que con una carrera espacial por ver qué territorio se hace campeón cuántico con su hub de altas tecnologías. A los que temen que la inversión masiva en computación cuántica desvíe fondos de otras áreas más acuciantes (energía renovable, educación o salud) se les debería suministrar información que relacione estas infraestructuras cuánticas promovidas por las grandes multinacionales tecnológicas con sus problemas y miedos actuales.
Su impacto en la salud puede ser un buen camino. La computación cuántica tiene el potencial de revolucionar la salud mediante el descubrimiento acelerado de fármacos, el diagnóstico temprano y preciso, la medicina personalizada y la gestión eficiente de datos sanitarios. Permite simular interacciones moleculares, analizar grandes volúmenes de datos para encontrar patrones, y mejorar técnicas de imagen y predicción de enfermedades. En nuestro entorno tenemos ya algunos ejemplos prácticos. El centro de investigación y desarrollo tecnológico
Tecnalia ha desarrollado un la- boratorio pionero Quantum Lab para la creación de sensores cuánticos. Se trata de una infraestructura referente en Europa, capaz de diseñar y fabricar íntegramente sensores cuánticos, que ya están ayudando al desarrollo de fármacos y también se están utilizando para la detección temprana de melanomas. Los sensores cuánticos superan a los métodos ópticos convencionales al permitir mediciones rápidas y precisas. El objetivo es que puedan detectar cambios en la piel en tiempo real, lo que facilitaría su aplicación clínica en el futuro.
Nos tenemos que acostumbrar a entender las grandes infraestructuras tecnológicas más como inversiones que protegerán mejor nuestra salud y bienestar que como factor de progreso y desarrollo económico si queremos que la ciudadanía le vea sentido y aplicación útil a sus necesidades y preocupaciones y que también sirva para que no se rompa el vínculo que une las preferencias ciudadanas a las políticas públicas. Exposiciones como Visiones Cuánticas que ha producido Tabakalera y que ahora se puede ver en Azkuna Zentroa pueden ser un ejemplo de la comunicación que pueden desplegar las instituciones colocando el foco más en las repercusiones sociales que en su historia o en el conocimiento científico. No es necesario entender que lo que no se ve puede estar ahí, pero sí que es urgente que entendamos toda la utilidad que hay detrás de las grandes infraestructuras cuánticas promovidas por multinacionales y que necesitan de un alto consumo de energía para mantenerse 24 horas refrigeradas.
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