Los jeltzales aguantan el envite de la izquierda abertzale pero la sensación que persiste es que las cosas cambian
Artículo publicado en El Diario Vasco (22/04/2024)
El ‘sorpasso’ de EH Bildu al PNV no se ha producido, y es muy previsible que se vaya a reeditar el pacto entre el PNV y el PSE. El PNV aguanta el envite de la izquierda abertzale. A pesar de todo, persiste la sensación de que las cosas cambian. El crecimiento de EH Bildu a costa de la izquierda a la izquierda del PSE dotará de fuerza al principal partido de la oposición y determinará también la agenda política.
Es muy posible que sea la última vez que el pacto de gobierno que facilite la gobernabilidad en las instituciones vascas esté tan decidido y sea tan firme como lo vivido en esta campaña y en la conformación del Gobierno vasco en la que va a ser la XIII Legislatura. Son varios los factores sociales, políticos y sociológicos que explican el hecho de que, muy probablemente, en 2028 la posibilidad real de acordar pactos estará más abierta y será más plural. Algunos de estos factores son: el crecimiento de EH Bildu, el cambio generacional en Euskadi, los pactos políticos en otros ámbitos como el Congreso u otras CCAA, la existencia de un importante número de votantes que no ha convivido con el terrorismo, la débil transmisión de una memoria compartida y cierta amnesia con relación a nuestro pasado reciente, nos situarán dentro de unos años en un escenario diferente. Ahora estamos, quizás, ante los coletazos de un fin de ciclo. La gestión política del nuevo Gobierno y la definición de la agenda política quizá puedan incidir en esta cuestión.
Las elecciones nos revelan cómo se ha concretado el voto indeciso y, en este caso, parece que ha apostado por opciones ganadoras, reduciendo el espacio de representación a un partido por cuadrante, donde la abscisa y la coordinada son la ideología y el sentimiento nacionalista vasco, con la excepción de la entrada de Sumar y Vox con un único escaño.
Es evidente que una parte importante del electorado de la izquierda confederal lamentó que Podemos y Sumar no acudieran conjuntamente a las elecciones y eso, sin duda, los ha penalizado. En este punto, era fundamental poder entrar en el Parlamento y esta cuestión finalmente se ha planteado como un juego de suma cero, gana la formación que entra, pierde la que se queda fuera, ya que el riesgo de invisibilidad y nula incidencia es muy grande cuando un partido se queda fuera de las instituciones. En este caso, es Sumar quien consigue la representación y le da un respiro a la formación liderada por Yolanda Díez en España.
Considero una mala noticia para la política y la democracia en Euskadi que Vox haya obtenido de nuevo el escaño, lo que implica que el PP no ha podido captar este voto en Álava.
El PNV respira tranquilo, ha conseguido ganar las elecciones, va a presidir el Gobierno vasco con un nuevo lehendakari, Imanol Pradales, en un contexto de clara competición con la izquierda abertzale que ha vivido una notable mejoría en sus resultados.
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