La entrada de hoy es de mero agradecimiento a todas las personas que han hecho posible que este blog, Derecho Social, haya sido galardonado con una mención de honor, en la sexta edición de los prestigiosos Premios Blogs Jurídicos de Oro 2024, por haber considerado el Jurado que su autor cumple con el objetivo de ofrecer planteamientos claros a encrucijadas jurídicas, con píldoras de sensatez y realismo, haciendo disfrutar al lector de grandes verdades jurídicas.
Recibí emocionado el premio el 29 de enero, en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, donde, por cierto, también fueron premiados otros dos laboralistas, Antonio Baylos Grau y Adrián Todolí Signes, sin olvidar que en una edición pasada también fue premiado Ignasí Beltrán de Heredia.
Es, sin duda, todo un honor que, tras apenas 10 meses de existencia, el blog haya tenido una acogida tan buena. Pero lo dicho, el premio no hubiera sido posible sin el apoyo de quienes me animasteis a crear el blog, a participar en estos magníficos premios promovidos por Globoversia, con el patrocinio de la Fundación Automáticos Tineo, de quienes en las dos fases previas votasteis a favor de mi blog y de las dos entradas del mismo nominadas y de quienes de una manera u otra me acompañáis en el camino de la vida. Mil gracias de todo corazón.
Mis felicitaciones también a todos los premiados en esta edición.
Con todo, como señalé al recibir el premio, junto a mi hijo mayor y acompañado de mi esposa, y en un inmejorable ambiente, rodeado de grandes juristas impregnados de esperanza e ilusión, espero poder seguir aportando mi granito de arena en la blogosfera laboralista, desde la libertad y la búsqueda de la verdad, que desde mis hondas creencias cristianas, es amor, y, por tanto, con la intención de ofrecer puntos de vista que pongan a la persona en el centro y aboguen por el arte de pactar en tanto que es la mejor de las herramientas para el bien común que conduce al amor.
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