El levantamiento del estado de alarma ha reavivado la tensión entre el papel del ciudadano ante la pandemia y el que deben desempeñar las autoridades. ¿Hasta qué punto debemos ser autónomos y cuándo debemos coordinarnos para afrontar los retos compartidos?
El director del Centro de Ética Aplicada, Javier Martínez Contreras, es uno de los académicos que aporta su visión sobre esta cuestión en un reportaje publicado en el suplemento IDEAS de El País bajo el título «Choque entre interés individual y bien común».