Artículo publicado en Deia (09/09/2022)
ESTE artículo tendrá tres partes: la primera de ámbito europeo, con alguna referencia a China y EE.UU., en base a un gran texto del analista Eric Albert, publicado el 30 de agosto en Le Monde, que sigo en la primera parte de este artículo. Después traeré a colación dos propuestas gubernamentales: primero
las de nuestro vecino del norte, propuestas recién aprobadas en una sesión de trabajo del Gobierno francés el pasado 31 de agosto. En tercer lugar, me detendré en Euskadi, en base al texto aprobado por el Consejo de Gobierno vasco, el 30 de agosto pasado. Concluiré con algunas reflexiones personales.
LA PERSPECTIVA EUROPEA, MIRANDO DE REOJO A CHINA Y EE.UU.
El presente año 2022 había comenzado con un raro estallido de optimismo. La pandemia de covid-19 parecía haber terminado, mientras que los hogares no habían sufrido demasiado gracias al apoyo sin precedentes de los gobiernos.
Pero este escenario optimista descarriló por dos razones, según el analista Eric Albert. Primero, Occidente está experimentando su peor aumento inflacionario en cuarenta años, causado por las perturbaciones económicas que siguieron a la crisis sanitaria (cadenas de suministro desorganizadas, mercado laboral ajustado), y luego por la guerra en Ucrania. Además, China continúa imponiendo una política de covid cero particularmente intransigente.
Constatamos que los precios están al alza, provocando una onda expansiva global que genera tensiones en los cinco continentes. Así, las previsiones a la baja, constantemente revisadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), revelan este descenso. En octubre de 2021 pronosticó un crecimiento global del 4,9% para 2022; en abril la rebajó al 3,6% y en julio al 3,2%. Un nivel aún considerado demasiado optimista por muchos economistas: por ejemplo, Morgan Stanley prevé un 2,5 %.
A principios de 2021, el gas se cotizaba en Europa a 15 euros el megavatio hora. A mediados de junio del presente año, eran 100 euros. El lunes 29 de agosto estaba en 282 euros, tras saltar brevemente a 340
euros. Este “choque del gas”, como alguna vez hablamos de “choques del petróleo”, tendrá dos violentos impactos directos. El primero se refiere a los consumidores, que enmpromedio gastan casi el 10% de sus ingresos en energía. La subida de precios –de calefacción, electricidad, gasolina en surtidor…– está haciendo subir la inflación, que roza el 9% en la zona euro. Esto reducirá los ingresos disponibles de los hogares en un 4% este año, dijo Andrew Kenningham, economista de la eurozona en Capital Economics.
Esto debería conducir a una recesión hacia el final del año. El segundo shock se refiere a la industria. Algunas fábricas en Europa están empezando a cerrar porque ya no son rentables. Dos países, que han conservado una importante base industrial, se ven especialmente afectados: Alemania e Italia. También, parece que nos vemos ya afectados por el cierre de empresas en Euskadi, como vimos en un Teleberri de comienzos de septiembre.
El precio del gas y su indeterminación al cortar Rusia el suministro a Europa, provoca serios problemas en nuestro continente, subida muy fuerte de los tipos de interés en Estados Unidos, confinamientos interminables y grave crisis inmobiliaria en China… Uno a uno, los grandes motores de la econo-
mía mundial se paran, incluso entran en números rojos.
En conclusión, retengamos que está surgiendo un consenso preocupante entre los economistas: la eurozona estará en recesión a fines de 2022, lo repito; Estados Unidos tal vez podría evitarlo, pero no escapará a un serio freno; En cuanto a China, motor de la economía mundial durante un cuarto de siglo, su crecimiento nunca ha sido tan frágil.
LAS PROPUESTAS DEL GOBIERNO FRANCÉS
La primera ministra Elisabeth Borne anunció el miércoles 31 de agosto, al final de un seminario gubernamental, que habían establecido una lista de sesenta políticas prioritarias, “acompañadas de objetivos específicos”. Este seminario reunió, a los cuarenta y dos miembros del Gobierno, entre ellos
ministros delegados y secretarios de Estado. El jefe de Gobierno explicó que a partir de septiembre se realizarán consultas, territorio por territorio, “para sacar soluciones adecuadas”. Precisó que el gobierno había decidido librar cuatro batallas fundamentales:
• transición ecológica y “planificación ecológica”;
• pleno empleo, para eliminar todos los obstáculos que pesan sobre el mercado laboral;
• soberanía energética, industrial, alimentaria, digital y cultural;
• la igualdad de oportunidades.
Estas batallas (nótese el termino guerrero utilizado) se articularán “en torno a medidas y reformas, con un calendario preciso, utilizando un nuevo método, un “Consejo nacional para la refundación”, que Emmanuel Macron, debe reunir a “cincuenta actores para hacer un diagnóstico común en torno al pleno empleo, la escuela, la salud, el buen envejecimiento y la transición ecológica”. La primera semana de septiembre sabremos quienes son cincuenta agentes elegidos.
LAS PROPUESTAS DEL GOBIERNO VASCO
Tras la reunión del Gobierno vasco, del pasado 30 de agosto, el lehendakari, Iñigo Urkullu, informó sobre los asuntos tratados. Entre otras cuestiones, analizaron la situación socio-económica; el precio de la energía y la inflación; la situación del Autogobierno; y la situación de los servicios públicos, especialmente Sanidad, Educación y Protección Social. Urkullu destacó, según relatan los medios, tres prioridades: la energía, el presupuesto con la mirada puesta en 2030 y el autogobierno vasco.
El lehendakari adelantó que nos esperan un otoño y un invierno muy complicados, pero aseguró que en Euskadi se afrontan los nuevos retos sobre bases sólidas y abogó por convertir estos retos en oportunidades.
Respecto a la crisis energética, acelerada por la invasión de Ucrania, el Lehendakari se refirió al progreso del “Plan de contingencia energética” que contempla medidas de inversión, fiscalidad, nueva normativa,
ayudas directas y cambio de hábitos.
Refiriéndose a los Presupuestos hasta el año 2030, subrayó la importancia de llegar con todos los grupos parlamentario en la Cámara de Gasteiz a un acuerdo para responder a tres prioridades: reforzar los servicios esenciales, impulsar el empleo y la reactivación económica, y aumentar la inversión en
Investigación y desarrollo tecnológico.
En fin, respecto a la cuestión del Autogobierno, el lehendakari manifestó su preocupación ante las constantes dificultades para llegar, todavía, a la transferencia de las competencias previstas en el Estatuto de Gernika.
BREVES REFLEXIONES PERSONALES
Más de un lector, que haya leído estas líneas, habrá concluido que todo es cuestión buenas intenciones, planes de actuación y poco más. Pero, no puede ser de otra manera cuando se trata de abordar soluciones a una situación particularmente grave. Luego, habrá que seguir el cumplimiento de lo pro-
metido.
Hay un acuerdo generalizado de que las prioridades se refieren al campo energético y a sus repercusiones financieras y económicas para los estados y los ciudadanos que veremos nuestra capacidad de compra disminuida. Se subraya también en las consecuencias para la sanidad, educación, las Fuerzas Armadas, el futuro de la energía atómica, etc., etc., y determinadas cuestiones políticas como el incumplimiento del Estatuto de Gernika, en lo que a las trasferencias se refiere.
Por último, si miramos la situación desde la óptica de los ciudadanos, es evidente que se nos exige modificar algunos hábitos y no dejarlo todo en manos de los estados y de las organizaciones financieras. Siempre he escrito que Euskal Herria se caracteriza por su historicidad, quiero decir, por un alineamiento como una sociedad plural y con sentido de la historia, pasada, presente y futura, lo que supone capacidad para hacerse a sí misma, en comercio con el resto del planeta, desde nuestra propia idiosincrasia y capacidad.
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