Entrevista publicada en El Correo (20/11/2022). Ana Barandiarán.
La Comercial, hoy Deusto Business School (DBS), fue la primera facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de toda España. Nació en 1916 con el objetivo de formar a los empresarios y directivos del país, y en 1922 estudiantes de sus primeras promociones crearon la primera asociación de antiguos alumnos. El próximo viernes, la Alumni celebrará
su centenario con un acto en el Paraninfo de la Universidad de Deusto al que acudirán el
lehendakari y el presidente emérito del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Su presidente, Agustín Garmendia, y la directora general, Naiara Tobalina, analizan los retos que afrontan.
– Acumulan ya cien años de experiencia haciendo de puente entre empresas y alumnos.
¿Qué cambios perciben en la última etapa?
– Naiara Tobalina: En el pasado, un altísimo porcentaje de los alumnos se colocaba en la
banca y en las grandes firmas de consultoría y auditoría. Ahora la banca ya no contrata
tanto y existe una mayor diversificación. Hay mucha demanda en otros ámbitos, como el
marketing y, especialmente, la industria, que requieren perfiles tecnológicos y digitales. Por
eso tienen un gran éxito los dobles grados de ADE con Ingeniería en Tecnologías
Industriales, así como ADE más Ingeniería Informática. La demanda ahí es muy fuerte.
Esos perfiles nos los quitan de las manos.
– ¿Qué nivel de colocación tienen en general?
– N.T.: No podemos atender todas las ofertas que nos llegan de las empresas. No hay
candidatos suficientes. Estamos en una situación de pleno empleo. En todos los grados,
tres meses después de acabar, la empleabilidad supera el 90%.
– ¿Cuántos alumnos salen cada año?
– N.T.: Unas 335 personas entre Bilbao y Donosti, de los que 50 vienen de los dobles
grados tecnológicos. Pero, ya digo, no damos abasto para satisfacer la demanda. Se ha
producido un salto con la pandemia.
– ¿Por qué no aumentan el número de alumnos en esas áreas?
– N.T.: Hemos hecho un análisis exhaustivo de los que necesitan las empresas y tenemos
novedades para el próximo año. Hemos reformado los grados para reforzar las
competencias digitales, de sostenibilidad, análisis de datos y liderazgo. Además,
incorporamos otros dos dobles grados, uno de ADE más Inteligencia Digital Empresarial y
otro de ADE más Relaciones Internacionales. Y ofreceremos un grado entero en inglés.
– Hay un alto porcentaje de estudiantes que se marchan fuera a trabajar, especialmente a
Madrid. ¿Cuántos se van y cuáles son las razones?
– Agustín Garmendia: En torno al 66% se queda en el País Vasco, un 21% se va a Madrid y
el resto, fuera. En resumen, la mayoría de la gente se coloca aquí, aunque el tirón de
Madrid es fuerte.
– ¿Ha ido a más con el tiempo?
– A.G.: El porcentaje no ha variado mucho en los últimos años. Es lógico que vaya a más
por el reclutamiento de las grandes empresas radicadas en Madrid. Aunque también hay un
factor a tener en cuenta y es que, con el desarrollo del teletrabajo, uno ahora puede ser
contratado en Madrid y trabajar aquí.
Pero está claro que el tirón de la capital es importante. Las ‘big four’ de consultoría y
auditoría, así como las grandes empresas tractoras, tienen allí sus centros de decisión.
– Recientemente organizaron junto a la consejera Arantxa Tapia un evento en Londres para
atraer talento a Euskadi, mediante el retorno de vascos que se han ido o con el fichaje de
extranjeros. Por lo que escucharon en ese foro, ¿cuáles son los principales frenos para
volver?
– A.G.: A todo el mundo le apetece mucho volver a su tierra. En el evento de Londres había
sobre todo gente joven, de unos 30 años, y lo que escuchamos es que no quieren retornar a
cualquier precio. En Londres se paga muy bien a la gente. Pero he de decir que las cinco
empresas vascas que participaron en la jornada lo tienen muy claro y saben lo que tienen
que ofrecer para atraer talento.
Acortar distancias
– ¿Son bajos los salarios aquí?
–A.G.:Comparativamente con Londres, sí. Los salarios son relativamente bajos en las
etapas iniciales. Y, además, se une otro tema: antes, los que salíamos de esta casa
teníamos una evolución muy rápida, pero hemos entrado en una dinámica en la que esa
progresión salarial es mucho más lenta. A la gente le cuesta más ir ascendiendo en los
niveles profesionales y salariales. Y eso es una responsabilidad de las empresas. No se
puede pagar talento de nivel como mano de obra barata. En las buenas compañías sí son
conscientes de la situación.
– Un reciente ‘ranking’ sitúa a Deusto Business School en novena posición como escuela de
negocios en España. ¿Cómo ven esa catalogación?
– A.G.: DBS ha conseguido ya dos acreditaciones internacionales, una por el grado y otra
por el MBA. Somos los sextos que lo logramos en toda España. En formación de máster,
otras escuelas de negocios, como el IESE, el Instituto de Empresa o Esade han ocupado
posiciones de cabeza en las que no hemos estado nosotros. Pero la distancia es muy
inferior en la formación de grado.
– Garaikoetxea, Almunia, Goirigolzarri… La lista de grandes figuras salidas de La Comercial
es larga. ¿Se mantiene el prestigio?
– N.T.: En estas generaciones también hay directivos de alto nivel y destacaría la gran
presencia de mujeres. Solo por citar algunos nombres, señalaría a Laura Abásolo
(Telefónica), Cristina Burzako (Movistar), Javier Ibáñez (Sanitas), Jon Uriarte (All Iron y
Athletic), Ignacio Muñoz (Angulas Aguinaga), Elena Nabal (Catalana Occidente), Pablo
Burgos (Solarpack)… Creemos que la fama va a seguir.
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