Esta falta de apuesta tecnológica está teniendo un impacto directo en la cuota del mercado industrial global de Europa
Artículo publicado en Empresa XXI – edición impresa País Vasco (01/12/2023)
Este mes de Noviembre se han publicado dos informes que dejan pistas sobre los caminos por los que Europa debería avanzar para encontrar su camino en este escenario en el que China y Estados Unidos compiten por tierra, mar y aire por el liderazgo global.
El primero lleva la firma de la European Roundtable of Industrialists, que reúne a los primeros ejecutivos de compañías como Vodafone, E.On, Heineken, Telefónica, Engie, ENI, Inditex, Orange, Mercedes-Benz, Shell, Siemens o BMW y pone el acento en la brecha que se está abriendo en la apuesta por las tecnologías avanzadas. Los datos son claros: la UE invierte solamente un 2,27% de su PIB en I+D, frente al 2,40% de China o el 3,45% de Estados Unidos (en 2010 la UE invertía un 2%, China un 1,7% y EEUU un 2,7%).
Esta falta de apuesta tecnológica está teniendo un impacto directo en la cuota del mercado industrial global de Europa, que ha descendido de un 21% mundial en 2001 a un 14,5% en 2021, mientras que la de EEUU solo ha caído del 21% al 16% y la de China ha crecido del 10% al 28,3%.
El Informe completo puedes descargarlo en su web, se titula «Innovation made in Europe. Setting the foundation for future competitiveness». Dos semanas más tarde, el Real Instituto Elcano ha publicado un Policy Paper con el expresivo título «Innovar o morir, la UE ante el desafío industrial y tecnológico de EEUU y China: hoja de ruta para la Presidencia española de la UE» (llega un poco tarde, la verdad, porque la Presidencia dura del 1 de julio al 31 de diciembre de 2023, y ya poca ruta le queda por recorrer)…
El Informe pone el acento en las mismas cuestiones, y analiza también el nivel de las infraestructuras tecnológicas (ranking de las universidades y centros de investigación), o el volumen de capital riesgo invertido en nuevas empresas tecnológicas, por ejemplo.
Esta misma semana se habrá publicado el dato de la inversión de I+D de España en 2022, que recoge también los datos de las Comunidades Autónomas. Cuando escribo estas líneas no conozco los
datos todavía, pero mucho me temo que seguiremos en las bandas habituales: Euskadi andará cerca de la media de la UE (espero que por encima), y España estará entre un 30 y un 40% por debajo.
Me alegra que Euskadi esté en convergencia con la Unión Europea, pero me alegraría más que convergiera con China o USA, y más todavía que lo hiciese con las regiones avanzadas de Europa (que andan todas por el 3,5%).
Me han invitado esta semana para dar la ponencia inaugural de la primera edición del Congrés Eurecat en Barcelona. La Jornada tenía el expresivo título «El futuro de la nueva industria», y la primera sesión «La relocalización de la industria como factor de riqueza del país», y la última pregunta que me hicieron fue sobre qué estrategia me parecía adecuada para impulsar de forma decisiva la industria.
La verdad es que la respuesta me salió del alma: «A mí me gustan mucho las estrategias, pero lo que realmente es relevante son los presupuestos que acompañan a esas estrategias. Lo que tenemos que hacer es incrementar el presupuesto destinado a apoyar a la industria al menos un 20% cada año durante las próximas décadas».
Está bien que esta nueva Legislatura que empieza hayamos recuperado un «Ministerio de Industria» (cartera única, no pasaba desde hace más de dos décadas), pero en realidad necesitaríamos una Vicepresidencia de Industria e Innovación, que pusiera firmes a las carteras de Energía, de Comercio, de Transición Digital, y que pudiera manejar las palancas de las políticas de desgravación fiscal o de cuotas a la Seguridad Social por I + D, por ejemplo.
En Euskadi comenzaremos una nueva Legislatura este próximo año 2024. Espero impaciente los programas electorales de los diferentes partidos, para ver qué compromisos asumen en el impulso de la Industria y la Innovación. Me gustaría que el debate se centrara en estos temas, de los que depende nuestra prosperidad futura…
Y ya os he contado en qué capítulo me fijo cuando me cuentan las estrategias… Por cierto, los asistentes al Congreso en Barcelona aplaudieron a rabiar cuando se lo conté. Claro que eran todos personas de las que llevan la industria en las venas.
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