El secretario de la comisión de Economía de la Universidad de Deusto y exdirectivo de BBVA Luis Ramón Arrieta analizó en la Sociedad Bilbaína el impacto económico del terrorismo en Euskadi.
Artículo publicado en El Correo – edición online (02/02/2024) | Jesús J. Hernández.
Luis Ramón Arrieta, secretario de la comisión de Economía de la Universidad de Deusto, ofreció el 1 de febrero en la Sociedad Bilbaína una charla bajo el título ‘El impacto del terrorismo en la economía vasca’. Arrieta explicó que «no hay ningún caso en el UE ni la OCDE donde una banda terrorista, además de causar un enorme daño humano, haya atacado, durante tanto tiempo, casi seis décadas, y con tanta dureza, a la economía de su país». Calcular esa factura es una tarea de gran dificultad pero Arrieta estimó que el coste directo, estimado en euros en la actualidad, ronda los 25.000 millones. «El impacto económico exacto no se puede medir, pero los estudios lo aproximan a órdenes de magnitud cercanos al fuerte deterioro de los datos macro en esos años, con una pérdida, en términos relativos, del 43% de stock de capital y del 24% de PIB, los peores datos de toda España en ese tiempo», ha destacado.
«Todos los estudios empíricos sobre el tema demuestran que el terrorismo supone un coste directo muy importante, y que además reduce la inversión, externa e interna, en una economía impactando en una pérdida de stock de capital, de PIB, de tejido empresarial y empleo», ha añadido Arrieta. «La Universidad de Deusto viene estudiando el tema desde el año 2013 en un proyecto de investigación en el que han participado más de 20 profesores e investigadores de varias universidades. En el trabajo de campo, realizado los primeros años, se realizaron entrevistas y encuestas confidenciales en las que participaron más de trescientas personas», ha recordado.
Los efectos de la actividad terrorista se extienden a los «más de 30.000 puestos de trabajo deslocalizados y las 140.000 personas, algunos estudios hablan de 240.000, que tuvieron que salir de Euskadi por el terrorismo. Empresarios, directivos y profesionales liberales que generaban una fuerte actividad económica».
Uno de los grandes frenos de esa sangría, a juicio de Arrieta, fue la labor de «diferentes instituciones y gobiernos, que trabajaron con intensidad para minimizar los enormes daños causados» y ahí jugaron un papel clave «nuestras herramientas de autogobierno, como el Concierto Económico». Arrieta admitió que es difícil saber qué habría sido de Euskadi en los años de ETA sin el Cupo pero sí avanzó que, en parte gracias a él, «nuestra economía no colapsó».
«Enorme oportunidad»
En la parte final esbozó algunas ideas para el futuro, que pivotan sobre una reforma fiscal, mantener la calidad de vida y un modelo educativo flexible para atraer y retener talento. Pero admitió que, hasta ahora, «no estamos poniendo en valor la Paz». Es decir, que »los datos de los últimos diez años siguen presentando un fuerte deterioro con pérdida de stock de capital, y de PIB relativos (hemos perdido un 2,5% adicional), y además somos la comunidad española que genera menos empleo privado, el 1,8%, frente a la media de España del 6,2 (2019-2023)«. Algo que no sucede en Irlanda del Norte, por ejemplo, donde sí han mejorado sus cifras desde los acuerdos de paz de 1998 (su PIB ha crecido un 37% más que el nuestro, todos los años, desde 2011).
Con todo, Arrieta abogó por «aprovechar la enorme oportunidad» de la situación actual y recordó que «vivimos un momento histórico, con ausencia de violencia, que no se ha producido en más de un siglo, y contamos con un marco competencial estabilizado, que es singular en Europa».
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