Artículo publicado en El Correo (12/04/2024)
Euskadi es un país que se construye de abajo arriba. Pero un país que se construye en términos de competición y no de colaboración entre territorios. Esto es lo que, en opinión de Félix Arrieta, hace que sea difícil desarrollar una identidad vasca más homogénea. Y el académico de Deusto considera que en ningún ámbito es esto más sangrante que en el acceso a los servicios sociales. «Euskadi es tres países. Cada territorio tiene diferentes baremos y tarifas, con diferencias notables que provocan injusticias sustanciales».
Para Arrieta, estos servicios son los que dan sentido al autogobierno. «La mirada unificada que tenemos para Osakidetza, la educación o la Renta de Garantía de Ingresos construyen una identidad de país, pero los políticos fomentan la territorialidad porque su lógica no responde tanto al partido en el que militan como al ámbito en el que gobiernan», indica, señalando como ejemplo lo difícil que ha sido lograr la interoperabilidad de las tarjetas de transporte de Bizkaia y Gipuzkoa. «Osakidetza crea autogobierno y las tarjetas de transporte identidad local», sentencia.
Arrieta reclama un debate sosegado y profundo sobre la lógica competencial de las diferentes instituciones vascas. «Es importante aunar fuerzas en un mundo globalizado. No tiene mucha lógica, por ejemplo, que los tres territorios participen por separado en una feria con stands más grandes que el de Euskadi», argumenta. Tampoco tiene sentido, añade, «que haya peleas para determinar dónde se ubica el Centro de Ciberseguridad».
No todo es negativo, claro. Arrieta destaca la mayor participación de la ciudadanía vasca en el plano democrático «porque votamos una vez más», pero recalca que hay ámbitos en los que hay que caminar «hacia la centralidad».
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