Artículo publicado en El Correo (05/05/2025)

¿Qué tienen en común el apagón, el ‘caso Errejón’ o el atentado de Las Ramblas? Son eventos extraordinarios que permiten la penetración de discursos reaccionarios que intentan aprovechar el momento para poder vender su mercancía en su guerra cultural contra el cambio climático, el feminismo o la inmigración y la diversidad cultural. La agenda reaccionaria muestra una aparente sensibilidad hacia nuestro progreso, la justicia social o los derechos humanos apelando a estos sucesos reales y concretos, pero lo que busca es la incorporación de más fieles a la negación de la crisis climática, a la oposición a políticas de igualdad de género o a la restricción de los derechos migratorios.
Las energías renovables no solo serían las culpables del apagón sino que serían la prueba irrefutable de que la lucha contra el cambio climático va en contra de nuestra sociedad. Da igual que en estos momentos existan varias hipótesis y muy pocas certezas sobre el motivo real por el que España y Portugal se quedaron durante unas diez horas sin electricidad ni ningún tipo de cobertura. Los ataques discursivos contra las renovables despachan las dudas con toda la artillería acumulada en los últimos años de guerra contra las políticas climáticas sin ningún tipo de matiz y sin recordarnos como nos pueden ayudar también a alcanzar una independencia energética vital en un mundo vulnerable geopolíticamente.
A otro nivel y a otra escala sucedió con la Ley Orgánica 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual, conocida como ‘solo sí es sí’, criticada por la reducción de penas en algunos casos de agresión sexual. La principal razón de esta reducción era que la ley unificaba los delitos de abuso y agresión sexual en uno solo, y en algunos casos, la pena mínima para este nuevo delito era menor que la pena anterior para el delito de abuso sexual. La agenda reaccionaria visibilizó esta grieta como el mejor momento para introducir sus discursos antifeministas no por su especial sensibilidad ante la igualdad de género o hacia las mujeres víctimas de agresiones sexuales sino para intentar ridiculizar la defensa del feminismo y proceder al desmantelamiento de las políticas que se desarrollaban en este ámbito.
Puede que cuando sepamos con certeza qué ocurrió y cuáles fueron las causas del apagón, alguna tendrá que ver con el desarrollo y la dependencia de nuestro sistema energético de las renovables. En ese caso, se tendría que trabajar en la mejora de las medidas de seguridad del sistema, no negar el cambio climático y renunciar al desarrollo de las renovables. De igual modo que la ley del ‘sí es sí’ se reformó seis meses después para que cumpliera mejor sus objetivos y no se renunció a la lucha contra la violencia de género.
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