Los pasados días 10, 11 y 12 de febrero se ha celebrado en Bilbao la cuarta edición del congreso Escenium, en esta ocasión centrada en Los públicos de las artes escénicas.
A petición de la organización, hemos presentado la comunicación cuyo soporte gráfico adjuntamos en slideshare donde reflexionábamos sobre el papel de un contexto múltiplemente configurado por el espacio, por el tiempo y por los medios de comunicación en la creación de valor para los públicos y el desarrollo y la creación de la demanda.
¿Es importante el contexto a la hora de dar valor al hecho escénico? ¿Lo es para los públicos? El experimento del Washington Post con el prestigioso violinista Joshua Bell nos sirve para introducir la cuestión del contexto como elemento central en la percepción del valor de una pieza, y para enlazar con la idea de que el texto y el contexto son dos realidades que mutuamente se requieren.
Y es que efectivamente la lectura y la recepción de una obra de teatro, de un concierto de cámara, de una pieza de danza o de una ópera no son una excepción. El sector de las artes escénicas es muy consciente de que el hecho escénico no ocurre ni se lee en el vacío, de que lo reciben públicos con nombre y apellidos, con deseos y memoria.
Las artes escénicas no solo deben dialogar con el contexto físico en el que ocurren, también están obligadas a operar dentro de un contexto configurado por los medios de comunicación de masas y sus relaciones con una ciudadanía que es al mismo tiempo audiencia. Como subrayaba ayer Lucina Jimenez, una ciudadanía que está inmersa simultáneamente en un entorno mediático fragmentado, ecléctico, y que a veces hace difícil el establecimiento de relaciones duraderas o el desarrollo de una formación estética especializada.
Es en este contexto mediático donde nos detendremos a lo largo de las siguientes líneas para examinar los principales retos a los que se enfrentan las artes escénicas y las oportunidades que se encuentran a la hora de crear y difundir su valor.
Si el contexto es múltiple y complejo, si los públicos y no públicos operan simultáneamente en distintos niveles de acceso a la cultura, tiene sentido emprender estrategias unilaterales o parciales? O se convierte la colaboración entre agentes, sectores, momentos de la cadena valor, en una necesidad ineludible a la hora de posibilitar el acceso y el disfrute de las artes escénicas?
Personalmente, creo que ese es el caso. Y en ese sentido, creo que el valor de las artes escénicas en las sociedades industrializadas de hoy en día debe, necesariamente, partir de la conversación entre todas las personas implicadas en el hecho escénico, desde la miriada de particularidades, desde los distintos niveles de compromiso existentes o posibles. Públicos incluidos