En estos días en los que las experiencias vivenciales cobran especial relevancia, (sí, también en el ámbito educativo) os vengo a presentar una nueva iniciativa que integra la formación profesional por una parte y la formación humana y en valores por otra.
En un proyecto respaldado por el Vicerrectorado de Comunidad Universitaria de la Universidad de Deusto e impulsado desde la Deusto Business School de la misma universidad, en el curso académico 2017-2018 lanzamos el programa de prácticas profesionales solidarias internacionales dirigido a estudiantes de grado. El programa permite al alumnado realizar prácticas de grado y dobles grados en organizaciones y centros sociales pertenecientes a la Compañía de Jesús (en su gran mayoría), que apoyan diferentes proyectos económico-productivos y sociales en América Latina e India. El programa se ha diseñado en estrecha colaboración con Alboan, la ONG de desarrollo de la Compañía de Jesús en País Vasco y Navarra que ha resultado ser el aliado perfecto para su puesta en marcha y ejecución.
Puede ocurrir que el lector se pregunte:
¿Pero, es esto un voluntariado?
La respuesta es no. El programa no es un voluntariado, es una práctica profesional ya que exige el uso directo de las competencias adquiridas por el alumnado a lo largo de sus estudios universitarios con el objetivo de dar una respuesta técnica y profesional a los diferentes retos y necesidades de apoyo que nos plantean las organizaciones colaboradoras del sur. Además, en la mayoría de los casos, la práctica es curricular (6 o 12 ECTS) teniendo que cumplir con los requerimientos específicos de dicha modalidad.
Durante la primera edición, 16 estudiantes de tercer curso de grado y cuarto curso de dobles grados de diferentes facultades, pudieron realizar sus prácticas en 8 centros sociales de la Compañía de Jesús en México, El Salvador, Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú e India. Las prácticas realizadas durante la primera edición se pueden agrupar en tres grandes categorías.
- En primer lugar, se encuentran las prácticas que han consistido en apoyar y acompañar diferentes proyectos económico-productivos realizando contribuciones técnicas en diferentes ámbitos como el marketing, las finanzas, la estrategia y la comercialización y ventas.
- En segundo lugar, se encuentran aquellas prácticas que han requerido que nuestros estudiantes tuvieran que transmitir sus conocimientos sobre gestión de empresas a personas emprendedoras que lideran pequeños proyectos económico productivos que se desarrollan en territorios y comunidades especialmente vulnerables y en riesgo de exclusión social.
- En tercer lugar, se encuentran los trabajos específicos de investigación en terreno colaborando con centros de investigación locales.
Dicho esto, puede que alguien se pregunte:
¿Pero cuáles son los elementos que hacen de este programa algo único?
La respuesta es clara:
Ofrecer una experiencia humana y profesional transformadora a nuestros estudiantes mientras estos contribuyen con su conocimiento y sus competencias a impulsar pequeños proyectos, que a la larga permitan la transformación de las personas, familias y comunidades más vulnerables y empobrecidas del sur.
Para una mayor comprensión, estos serían los principales objetivos que persigue el programa:
- Concienciar a los estudiantes de la problemática específica de estos países y de la manera en la que dicha problemática nos interpela y nos atañe.
- Concienciar sobre la repercusión de distintos tipos de decisión y prácticas adoptadas aquí en los países del Sur.
- Promover la reflexión en torno a la justicia social de manera vinculada a la vida profesional.
- Desarrollar una mirada crítica en torno a las deficiencias del modelo económico imperante y explorar las posibilidades que ofrece la economía social y solidaria.
- Promover contribuciones prácticas concretas en pro de la justicia social y el desarrollo humano y económico de las comunidades empobrecidas de los países del Sur.
- Promover una acción solidaria transformadora, en lugar de puramente asistencial.
Pienso que puede resultar interesante recordar una de las grandes frases del P. Arrupe en el que decía:
“no basta con formar a los mejores del mundo, sino a los mejores para el mundo”.
Los que trabajamos en este proyecto, estamos convencidos de que esta experiencia permite a los estudiantes desarrollar una mirada reflexiva y crítica, que en mayor o menor medida estará presente durante toda su vida laboral, independientemente del sector o área profesional en donde trabajen, siendo la justicia social una variable más a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones.
Aritz Arano Irizar
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- Experiencias que transforman - 5 marzo, 2019
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