Cómo preparar los distintos tipos de exámen I: exámenes de desarrollo

28 de noviembre de 2022

A la hora de estudiar y de repasar el material que tenemos para cada asignatura, es importante saber a qué tipo de examen nos vamos a enfrentar (tipo test, de desarrollo, oral, respuestas cortas…) ya que la forma de estudiar para cada uno de ellos puede ser diferente. En esta entrada nos vamos a centrar en los exámenes de desarrollo.

Examen de Desarrollo

Los exámenes de desarrollo requieren un buen aprendizaje de la materia, saber relacionar los distintos conceptos y una buena capacidad de redacción. Aquí es importante saber qué nivel de desarrollo nos pedirán en las preguntas, es decir, si van a ser respuestas cortas, largas o mixtas. Trata de recopilar toda la información posible sobre las características de tu examen (duración, número de preguntas, tipo de preguntas, cómo se puntúa…) para poder prepararlo de forma adecuada.

¿Cómo estudiar para un examen de desarrollo?

Interioriza el contenido. Para este tipo de exámenes es importante comprender bien el contenido de forma que podamos interiorizarlo y expresarlo después con nuestras propias palabras. El proceso que podemos seguir es el método de los 7 pasos que publicamos en un post anterior. Es decir, lectura exploratoria, lectura comprensiva, subrayado, técnicas de síntesis (esquemas, mapas, cuadros comparativos, gráficos, infografías…) memorización y repaso.

Utiliza los esquemas o mapas mentales como base para tu estudio y repaso. Los esquemas nos ayudan a trabajar la compresión de la información, la asociación de ideas y la estructura del contenido. Con nuestro esquema o mapa mental interiorizado repasaremos cada uno de los apartados hasta que hayamos interiorizado la información.

Redacta todo lo que puedas. Es importante trabajar nuestra destreza para escribir de forma clara, limpia y ordenada. Recuerda que para las preguntas de desarrollo extensas será necesario empezar con una breve introducción, en el desarrollo del tema pondremos los distintos puntos o apartados de forma organizada y finalizaremos con una conclusión.

Repasa la materia. Cuanto más repases más información retendrás y ganarás en seguridad. Invéntate posibles preguntas de examen y ponte a prueba.

Para los exámenes de respuestas cortas lo más importante es saber identificar las ideas principales de cada apartado del tema y sintetizarlas en unas pocas frases, tratando de recoger lo más destacado. En este caso es mejor hacer pequeños guiones en cada apartado que esquemas generales.

El día del examen…

Lee detenidamente los enunciados de las preguntas. Muchas veces se falla por no leer bien los enunciados. Presta a tención a lo que piden (describir, enumerar, sintetizar, analizar, argumentar…) deberemos responder de forma diferente a cada uno de los casos. La respuesta debe ajustarse a lo que se pide, sin irnos por las ramas ni divagar.
Elabora un esquema o guion del contenido que va a tener tu respuesta, te servirá para organizar las ideas y para evitar que se te olvide añadir algo importante. Puedes hacerlo en el margen de la hoja de examen o en una hoja borrador si os dan esa opción.
Distribuye el tiempo de forma adecuada a cada una de las preguntas a desarrollar. Si algunas preguntas tienen un desarrollo más extenso o necesitas pensar mejor el contenido dedícale algo más de tiempo.
Comienza a redactar las respuestas siguiendo el esquema elaborado al inicio. Puedes comenzar por las preguntas que domines mejor y que puntúen más, eso te ayudará a reducir los nervios y a afrontar el examen con mayor seguridad.
Redacta de forma clara, ordenada y concisa. Cuida tu letra (que sea legible), organiza bien las ideas, utiliza signos de puntuación y no comentas faltas de ortografía. Utiliza un lenguaje técnico propio de la materia y cita autores, teorías, conceptos, fechas, etc. La presentación de tu escrito debe ser limpia, evitando tachones.
Utiliza el espacio disponible. Si te han dado un espacio acotado para la respuesta, no te extiendas más allá de ese espacio, pero tampoco seas demasiado escueto, aprovecha todo el espacio para desarrollar lo que sabes sobre esa pregunta.
No dejes preguntas sin responder. Si te falta tiempo, al menos anota el esquema o las ideas principales que has esbozado al inicio.
Revisa lo que has escrito y corrige si hay algún error. Asegúrate de incluir tu nombre en todas las hojas del examen y entrégalo a tiempo.