Tenemos un reto formidable: convencernos como sociedad que nuestro futuro depende de la generosidad de nuestras empresas…
Artículo publicado en Empresa XXI (01/07/2023)
Este pasado 13 de junio se celebró una Jornada centrada en cómo podemos mejorar la articulación entre el universo de las empresas y el de la educación (universidades y formación profesional), para trabajar juntos y de forma más estrecha en el reto creciente de la captación y desarrollo del talento (un bien cada vez más escaso, como ya hemos comentado en otros artículos de estos últimos meses). Una cosa buena es que estaba organizada por varias asociaciones empresariales (Círculo de Empresarios, Aefame, Zedarriak y Artizarra). Es importante, me parece, que la voz de la empresa esté presente en el debate público sobre los grandes retos que afrontamos. Y me parecieron acertados también el tono y los mensajes, tratando de aportar en positivo y poniendo el acento en la responsabilidad del colectivo empresarial, y no tanto en poner deberes al resto, o quedarse en la crítica fácil de lo que a veces podría funcionar mejor.
Lo cierto es que tenemos mucho trabajo por delante en varios frentes, y son tareas que están tomando cierta urgencia. Una que está ya en la agenda institucional es el avance de la formación dual. Los objetivos son ambiciosos, y plantean llegar al 100% de estudiantes de FP para 2026 y en la Universidad alcanzar la cifra de 10.000 estudiantes con el apoyo de un número orientativo de mil empresas (aproximadamente el doble que en la actualidad). Y siendo importante avanzar en cantidad, es igualmente relevante que se mejore la calidad de la formación dual, tanto desde el lado de los centros educativos como desde el lado de la empresa.
Se presentó también un estudio monográfico que planteaba varias propuestas: desde difundir y extender las buenas prácticas existentes de colaboración entre los dos mundos, hasta promover una cultura de inversión en talento joven en las empresas o colaborar en la captación de talento internacional. Sobre este tema de invertir en talento joven, me pareció destacable la reflexión que dejó una de las ponentes, que se refirió al dilema del prisionero. Si una empresa invierte en formar, y luego esa persona se va a otra empresa que no ha invertido, la primera ha hecho el tonto, y la segunda se ha aprovechado (se lleva el premio de una persona formada sin haber tenido que invertir…). Pero si todo el mundo aplica esa lógica, nadie forma y todos perdemos…
Cómo hacer para que todos invirtamos, es una tarea nada sencilla, que pasa por interiorizar lo necesario, lo imprescindible de esta apuesta colectiva por la formación (algo parecido pasa con la apuesta por el I+D, ya dijo Unamuno en un mal día aquello de «Que inventen, pues, ellos y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones»). Aplicando la misma lógica, las empresas podrían decir “Que formen ellas” y acabaríamos todos en un país descapitalizado de talento…
Tenemos un reto formidable por delante: convencernos como sociedad que nuestro futuro depende de la generosidad de nuestras empresas por invertir en formar, en desarrollar talento (aunque las personas se vayan después de pasar unos años en el puesto). Convencernos de que merece la pena invertir en 1+D orientada a la Industria, aunque tenga más riesgo que otras inversiones.
Convencer a las personas que asumen la responsabilidad de liderar nuestras Instituciones de que
hay pocas apuestas que sean tan relevantes para nuestro futuro como las dos anteriores…
Podremos tener grandes autopistas, carreteras y bidegorris. Podremos tener 5G, 6G y 9G llegando a cada rincón. Podremos tener la Y vasca (bueno, de eso nadie está ya seguro). Pero si nos faltan las personas, si nos falta el conocimiento, toda esa inversión quedará sin uso. Todo el esfuerzo de generaciones anteriores quedará si poderse desarrollar… Siempre ha habido conexión entre la empresa y la educación. Pero es preciso ahora reforzarla, incrementar su nivel de compromiso, extenderla a las PYMES, orientarla mejor… No vendría mal más permeabilidad entre los profesionales de ambos mundos (antes era más habitual que profesionales de la empresa pasaran por las aulas universitarias, últimamente se valora mucho más el perfil de investigación).
Si quieres escuchar las charlas de la Jornada, las tienes recogidas en la página de la Jornada (https://confluenciaeducacionempresa.com), que también incorpora los links al estudio monográfico que se elaboró.
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