Parafraseando una parte del título del libro de Katherine Neville, me viene a la cabeza esta reflexión tras ver en el Kultur Leioa una excelente exposición titulada Cliks de cuento realizada por el leiotzarra Luis Fernández. Este es un ejemplo práctico de una idea que me rondaba por la cabeza que podemos denominar el circulo del ocio o la espiral del ocio. Es curioso observar como un juego infantil, un juguete como son los famosos clicks de playmobil a través del coleccionismo de sus aficionados pueden llegar a convertirse en una exposición de cuentos clásico como la que podemos disfrutar en Kultur Leioa.
Me resulta muy interesante ver como un juguete que alegro nuestra infancia, puede convertirse en un objeto de exposición. Se cierra el circulo pasando de ser un juguete, a convertirse en una afición y transformarse en una exposición artística. De ser un elemento individual en el juego (a veces compartido con 2 o tres personas) se convierte en un fenómeno que atrae miles de visitantes. De ser un juguete típico de una generación se convierte en un elemento que conecta muchas generaciones uniendo los cuentos tradicionales con los niños del siglo XXI a través de algo tan cotidiano como los clicks. De un caracter lúdico infantil, pasamos a uno artístico. Quizá es esto lo que podríamos denominar el circulo del ocio que es capaz de reconvertirse en función de las personas, ya que la interpretación de las experiencias personales es la clave de la vivencia del ocio.
Un consejo, si podeis, visitar la exposición y sino, al menos, pasar por la web de este adulto «que sigue jugando con clicks» (Luis Fernández).
Os dejo un video de otra exposición de este coleccionista para que disfruteis un poco