Tal y como se explicaba en un post anterior de este blog, la transición a un modelo pedagógico que aboga por la promoción y defensa de la participación activa del estudiante en su proceso de enseñanza aprendizaje, se hace presente hoy en día tanto en la formación presencial como online.
En la modalidad en línea, como en la presencial, ha existido y sigue existiendo el modelo “empaquetado o pasivo” en el que por un lado, el estudiante individualmente consume contenidos, cumplimenta actividades y realiza pruebas de evaluación y por otro, el docente, diseña contenidos y actividades, supervisa la visualización y realización de estas y propone una evaluación basada en pruebas objetivas y exámenes. (Area, M., 2019)
Sin embargo, en los últimos años, se está dando un giro copernicano, implementándose un modelo de aprendizaje experiencial en red, en el que el alumno es el principal responsable y protagonista de su propio proceso de aprendizaje. Dicho modelo defiende la adopción de una metodología colaborativa online que a través de la resolución de problemas, el diseño de proyectos o el planteamiento de retos los alumnos y alumnas construyen de manera interactiva, evaluativa y cooperativa sus conocimientos, habilidades y actitudes.
Este enfoque metodológico experiencial trae consigo un cambio sustancial en las funciones del tutor en línea, que pasa a un segundo plano, convirtiéndose en un guía, acompañante y dinamizador. (Alonso Díaz & Blázquez Entonado, 2012). Se entiende que el e-tutor requiere de competencias diferenciadoras que le habilite para el diseño e implementación de una formación de calidad basada en los supuestos anteriores.
¿Qué competencias necesita desarrollar el docente online?
- Para las fases de diseño y desarrollo de la instrucción el docente precisa de:
- conocimiento didáctico para la programación de la materia online que favorezca y promueva la experimentación e interacción colaborativa del estudiante en torno a actividades de aprendizaje en línea.
- conocimiento práctico en el uso de las tecnologías para buscar, analizar, seleccionar y en su caso, diseñar materiales y recursos de apoyo para su docencia.
- Para una adecuada implementación de la formación basada en la interacción, comunicación y colaboración,el docente debe contar con conocimientos tanto didácticos como prácticos que le habiliten para la tutorización y evaluación continua online.
El docente en línea durante la acción formativa según Anderson (2001) se hace presente en tres dimensiones; cognitiva, didáctica y social:
- La presencia cognitiva hace referencia al acompañamiento y guía continua del tutor durante todo el proceso, a través de actividades, formulación de consejos, sugerencias, interrogantes, problemas e hipótesis para lograr la adopción de conclusiones por parte del alumnado.
- La presencia didáctica, se identifica con la facilitación de oportunidades de aprendizaje a través del planteamiento de retos y problemas, la realización de proyectos colaborativos
- La dimensión social, considera la presencia continuada del e-docente en la formación, a nivel individual a través de mensajería o correo electrónico y grupal, supervisando y participando constantemente en los foros, para fomentar la colaboración, interacción, motivación y comprometer al alumnado en el proceso de construcción de conocimiento.
Respecto a esto último, resulta interesante nombrar la influencia e importancia que cobra la presencial social, y en concreto la interacción del docente con los estudiantes y el debate activo entre compañeros como elementos cruciales dentro de las funciones tutoriales, ya que han sido identificados como dos de los tres factores determinantes en la satisfacción del alumnado con la acción formativa en línea (Swan, 2001).
Conocer las competencias y funciones que exige una e-tutorización de calidad nos permitirá, en la modalidad online, continuar ofreciendo a nuestro alumnado una atención y seguimiento personalizado en base a sus necesidades, aunque utilizando otra serie de métodos y herramientas. Si te interesa profundizar en esta temática, durante el mes de junio se oferta un curso para los docente de la UD. La información y matrícula puedes realizarla en este enlace.
References
Alonso Díaz, & Laura. (2015). El docente de educación virtual. guía básica Spain: Narcea Ediciones.
Anderson, T., Rourke, L., Garrison, D. R., & Archer, W. (2001). Assessing teaching presence in a computer conferencing context. Journal of Asynchronous Learning Networks, 5(2),
Area Moreira, M. (2019). La enseñanza universitaria digital
Ke, F. (2010). Examining online teaching, cognitive, and social presence for adult students. Computers & Education, 55(2), 808-820. doi:10.1016/j.compedu.2010.03.013
Maraver-López, P. (2014). El docente de educación virtual. Comunicar, 21(42), 218. Retrieved from https://search-proquest-com.proxy-oceano.deusto.es/docview/1476812863?accountid=14529
Sánchez, M., & Meneses, E. (2012). La sociedad de la información y la formación del profesorado. e-actividades y aprendizaje colaborativo/(information society and teacher training. e-activities and collaborative learning). Revista Iberoamericana De Educación a Distancia, 15(1), 15-35.
Swan, K. (2001). Virtual interaction: Design factors affecting student satisfaction and perceived learning in asynchronous online courses. Distance Education, 22(2), 306-31. doi:10.1080/0158791010220208
Matxalen Belausteguigoitia Arrien
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