Venid a mí

20 de julio, Jueves XV del tiempo ordinario

Vivimos en un mundo en el que parece que a veces vamos como pollos sin cabeza. Todos corriendo de un lado u otro, en un ejercicio que produce un constante cansancio para terminar sin ir a ningún sitio.

En el Evangelio Jesús es la referencia. La vida de por sí ya es cansada y produce los agobios propios de la misma más los que añadimos nosotros mismos. La propuesta de Jesús no dice que no nos vayamos a cansar, sino que su modo de vida va a ser llevadera, con carga y con yugo, pero llevadera.

Este tiempo de verano en que el supuestamente desaceleramos, puede ser una ocasión para ver hacia dónde vamos. Se trata en reconocer hacia dónde nos llevan nuestros cansancios, y si son realmente sostenibles en nuestra vida. Feliz jueves.

Esta entrada fue publicada en Publicaciones del blog. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.