Pedir un aumento de sueldo no tiene por qué suponernos un mal rato, hay veces que es justo y necesario; a todo el mundo le gusta que valoren su trabajo. Si te has planteado pedir un aumento de sueldo y no quieres que tu propuesta acabe por la tangente, debes tener en cuenta cuándo, cómo y por qué lo vas a solicitar. Como en todo, la argumentación de tu propuesta es en lo que tienes que trabajar, debiendo exponer lo mejor posible por qué te mereces esa recompensa.
A continuación daremos unos consejos básicos para negociar de una forma profesional y legítima, el deseado aumento de sueldo, dando una serie de pautas para solicitarlo y tener éxito.
A priori, es importante elaborar un plan estratégico donde analicemos nuestro trabajo junto a nuestra evolución en la empresa, observando las responsabilidades y competencias adquiridas por el cargo y examinando las mejoras provocadas en cualquier ámbito de la empresa por nuestra labor.
Es importante informarse de la política salarial de la empresa y de los sueldos medios en otras compañías del sector con puestos y competencias similares a las nuestras, para solicitar una cantidad razonable. Para ello, podemos ayudarnos de los Colegios Profesionales, los Convenios Colectivos o las políticas salariales de otras empresas del sector.
Es recomendable encontrar el momento adecuado para negociar el aumento de sueldo, no tomando a tu jefe por sorpresa en estos asuntos, evitando a toda costa abordar el tema en una conversación informal o de pasillo.
Se aconseja tener presente el ciclo económico de la empresa, para saber si están hechos y terminados los presupuestos anuales, y el ciclo profesional del trabajador, momentos donde el trabajador justifica un aumento de retribuciones.
Tampoco se recomienda utilizar el clásico de Cuando tenga un momento, me gustaría hablar con usted.
Es preferible abordar el tema sin jugar al escondite, aclarando desde el principio la razón por la cual pretendemos entrevistarnos. Hay que dar tiempo al jefe para que se la prepare y evalúe bien nuestra propuesta.
Recomendamos una frase similar a esta: Cuando disponga de tiempo suficiente, me gustaría hablar acerca de mi sueldo.
Llegado al momento de la reunión, debemos presentar por escrito toda la documentación necesaria para fortalecer nuestros argumentos porque refuerza nuestra postura y transmite más seguridad a tu pretensión. Hay que pensar en planes alternativos en el caso de que rechacen nuestra propuesta, intentando negociar los complementos salariales que repercuten en nuestro trabajo en vez del sueldo, por ejemplo: como la nocturnidad, las comisiones por venta, la peligrosidad, los beneficios sociales, tickets restaurante…
Hay que tratar de evitar los agravios comparativos con otros compañeros y los argumentos personales para justificar el aumento porque sin darte cuenta, estás valorando más tus problemas personales que tu trabajo en la empresa y será el trabajo lo que justifique el aumento de sueldo y no la situación personal.
Tampoco se aconseja amenazar con la salida de la empresa, jugando con una contraoferta ni mantenernos en la postura de merecernos lo pedido, frustrándose en el intento.
Ser directos y contar con argumentos estrictamente profesionales y objetivos en la reunión con nuestro jefe, exponiéndolos de modo convincente y razonable, pensando detenidamente antes de actuar, son formas de conseguir ese apreciado y merecido aumento de sueldo.
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