- Isabel Fernández
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- 28 de noviembre de 2023
En un mundo complejo como el actual en el que debemos hacer frente a las grandes transformaciones convergentes, resulta fundamental buscar y diseñar soluciones creativas e innovadoras que capaciten a las personas como verdaderos agentes de transformación. Y esto requiere de entrenarse y formarse no solo en conocimiento (saber más de innovación) sino en comportamientos innovadores (ser más innovador/a). En este contexto, muchas universidades muestran preocupación sobre cómo preparar al estudiantado actual para resolver problemas complejos en entornos cambiantes e inciertos en los que la información se encuentra de manera desordenada, desestructurada y descentralizada y cómo hacer para que se sientan capaces de transformar las ideas en realidad.
Una de las claves para que el estudiantado piense de manera creativa a la hora de dar soluciones a retos de innovación de cualquier índole, pasa por propiciar contextos y procesos pedagógicos diferentes a los tradicionales que se desarrollen preferentemente en contextos reales para que aflore todo su potencial. Y es ahí donde surge una nueva exigencia para las entidades educativas para la cual la formación dual se puede convertir en una gran aliada.
La formación dual requiere contextos de aprendizaje reales y por esa razón, en aquellos programas duales vinculados a procesos intensivos en la búsqueda de la innovación, consideramos que una de las metodologías más apropiadas para el alcance de sus objetivos es la metodología Design Thinking. La consideramos oportuna porque se trata de una metodología para la resolución de problemas abiertos y complejos, aplicable a cualquier ámbito que requiera un enfoque creativo y vinculando el pensamiento creativo con el pensamiento analítico. Una metodología que permite entrelazar lo mejor del conocimiento interiorizado en los procesos de aprendizaje que ocurren en el aula, con lo mejor que puede aportar un contexto organizativo en el que el reto es real, no simulado.
Design Thinking es una metodología que, diseñada en cooperación, bien implantada y en contextos reales, implica unos aprendizajes significativos que integran diferentes conocimientos y experiencias y que capacita a las personas para operar en entornos complejos.
En la Universidad de Deusto impulsamos desde el curso 2017-2018 diversos programas duales en los que la metodología Design Thinking es la protagonista, como herramienta de aprendizaje y de diseño de proyectos. Dos de las titulaciones duales que desde entonces realizan este recorrido son el Master Dual en Emprendimiento en Acción (MEDEA) y el Máster Dual en Diseño y Fabricación en Automoción (MUDFA). Su implantación requiere de la adaptación de la metodología a los objetivos de enseñanza-aprendizaje así como a las características, requerimientos y tiempos que establece cada una de las titulaciones.
El MEDEA es una titulación dual que desarrolla su primer módulo de cuatro meses entre septiembre y diciembre a través de la resolución en equipo de ocho retos de innovación que proponen ocho organizaciones colaboradoras. Cada semana se enfrentan a un reto diferente y cada reto está asociado a cada una de las temáticas que componen el Plan de Estudios. Eso requiere de contar con personas facilitadoras del proceso que, por una parte, dominen la temática en cuestión y por otra, estén capacitadas en la propia metodología Design Thinking. Para ello, la Escuela para la Facilitación Dual es la gran aliada puesto que ofrece a las personas facilitadoras un itinerario formativo para que se sientan capaces de facilitar todo este proceso de enseñanza-aprendizaje y de guiar a los equipos de participantes a lo largo del mismo.
En el caso del MUDFA, las y los participantes duales también se enfrentan a la resolución de seis retos de innovación de diferentes características que a su vez, forman parte de un reto global que propone en cooperación un grupo de empresas del sector de automoción, el proyecto e-Van. Al igual que en el MEDEA, también las personas facilitadoras de estos retos se capacitan y se entrenan en esta metodología en la Escuela para la Facilitación Dual como requisito necesario para poder acompañar a los equipos de participantes duales que se enfrentarán a los diferentes retos.
De esta manera, las y los participantes duales aprenden las temáticas objeto de estudio desarrollando retos que a su vez les ayudan a entrenarse en competencias asociadas a comportamientos innovadores y se capacitan como verdaderos agentes de transformación. Como señala Steinbeck (2011), los resultados generales de la aplicación de estas metodologías en los procesos de enseñanza-aprendizaje indican que pueden alentar una serie de consecuencias relevantes entre el estudiantado como por ejemplo: actitudes más favorables hacia el aprendizaje, niveles más altos de consecución, pensamiento de orden superior, mejor comunicación y gestión de conflictos y habilidades estratégicas de resolución de problemas, competencias clave para que el talento del futuro sea capaz de transformar las organizaciones en las que van a trabajar y la sociedad en su conjunto.
ISABEL FERNÁNDEZ · Coordinadora de proyectos de Innovación en la Unidad Dual