El que permanece en mí

Lecturas 23 de julio. Jueves XVI tiempo ordinario.

En una época calificada como modernidad líquida, eso de permanecer queda raro. Oímos mensajes relativos a fluidez, deja que todo fluya, el flow,… y vemos que cosas que antes permanecían ahora parece que no tanto: el empleo, la pareja, el lugar de residencia, las creencias e incluso el amor.

Jesús en la figura de los sarmientos nos llama a permanecer. No se trata de que nos saquen una foto y estemos en la misma pose todo el rato. Se trata de permanecer en la opción fundamental de los creyentes, que no es otra que la de vivir el proceso del seguimiento de Jesús.

Nos cuesta permanecer, nos cuesta comprometernos por una idea tal vez errónea de libertad. Nos gusta ir de un sitio para otro, nos gusta viajar con el argumento de ir ampliando experiencia. A veces también me pregunto si nos gusta huir, huir de la realidad ordinaria, huir de la mirada de las víctimas y vulnerables del mundo e incluso huir de nosotros mismos. Estar en Jesús es un reto.

foto de @adamfergusonstudio
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