Misericordia quiero y no sacrificio

21 de septiembre. Miércoles de la XXV semana del tiempo ordinario San Mateo, apóstol y evangelista

Una de las grandes derivas de muchas prácticas religiosas es el sacrificio. Se trata de hacer algo sagrado mediante algún rito que en el fondo pretende ser un intercambio. Yo te doy algo y a cambio tu haces algo. La misericordia va por otro camino muy distinto.

El Evangelio y los evangelistas son portadores d ebuena noticia. Ante enormes sacrificios que pueden resultar inútriles a los ojos de Dios, Jesús recuerda que Dios quiere misericordia. Que la mirada al cielo ha de ir acompañada a la mirada y a la acción con el prójimo.

Dicen que la misericordia es acercarse al que está lejos del amor. Hoy puede ser un día para acercarnos a aquellas personas que necesitan algo más de cariño, ternura, mimos,… Al final nos ponemos en automático y se nos olvida que somos máquinas de amar. Feliz miércoles.

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