Por: Rodolfo Carpintier, Presidente de DaD.
1.- Analiza tu modelo de negocio con tus amigos. Usa las redes sociales y tus contactos en ellas para, dedicándole un par de meses, averiguar si tu idea tiene atractivo o no.
2.- Averigua si tienes un proyecto viable o realmente es invertible. La diferencia es que los inversores sólo financian los segundos.
3.- Busca por lo menos un co-emprendedor. Emprender es muy duro y conviene tener un buen compañero/a de viaje. No busques entre tus amigos o familiares sino en Escuelas de Negocio y entornos empresariales. Usa LinkedIn para mejorar tu alcance.
4.- Consigue financiación de FFF (Friends, Fools and Family) pero no les cedas más de un 10-15% del total de la empresa. Financia con ese dinero un prototipo o una prueba de cómo funciona el modelo. Trata de tener clientes reales que paguen. Financiar con publicidad está muy mal visto entre inversores.
5.- Insiste en una política de “low cost” para todo. Oficinas, sueldos (compensarlos con porcentaje de la compañía para conseguir gente buena a pesar de ello), etc.
6.- Haz una presentación convincente. Deja que todo tu equipo participe. Haced una primera versión de hasta 50 páginas, una segunda de 15 y una muy buena de 10 en las que cuentes todo: Modelo, tipo de ingresos, crecimiento, realidad actual sin tapujos, necesidades, riesgos y como piensas resolverlos, tecnología, posibilidades de salida del inversor.
7.- No te dirijas a todos los inversores a la vez. Localízales por LinkedIn, mira bien en qué tipo de empresas invierten, habla por lo menos con dos emprendedores en los que hayan invertido ya, averigua cuáles han sido los momentos clave para conseguir su inversión. Selecciona un total de 5 y haz una presentación personalizada para cada uno de ellos en función de todo lo que has averiguado de cada uno.
8.- Prepara un elevator pitch de 2 minutos. En ese tiempo le tienes que convencer de que tienes un proyecto ganador, escalable y que tienes la ambición necesaria y un gran equipo para llevarlo a cabo.
9.- No pierdas el tiempo con ayudas oficiales. Si crees que puedes conseguirlas, encárgaselo a un especialista que te de el menor trabajo posible, aunque su comisión sea algo más cara.
10.- Sé muy realista con la valoración inicial: a mayor valoración menor margen de maniobra si no se cumplen los hitos. Tómate muy en serio el plan que hayas dado a los inversores y mantén una política de transparencia con ellos.