A la hora de ir a encarar la búsqueda de un empleo, puedo hacerme dos tipos de preguntas. Por una parte, preguntarme ¿encajo en ese puesto concreto que ofertan? o por contrario, ¿qué puesto encaja conmigo?
Para dar respuesta a esta pregunta, deberíamos plantearnos la carrera profesional como una cuestión personal, basada en lo que me interesa, me gusta y por tanto, me motiva para mejorar. Haz tuya la frase “cuando tienes un trabajo que te apasiona, deja de ser un trabajo y se convierte en tu profesión”.
Es en la segunda pregunta en la que la persona ocupa el primer lugar, partiendo del supuesto todos servimos para algo, solo debemos encontrar nuestro camino. Para saber cuál es ese puesto en el que encajo y en el que podría ser un excelente profesional, es importante pararme por un momento y reflexionar ¿cuáles son mis intereses?, ¿se pueden traducir en objetivos específicos alcanzables?, ¿mis habilidades, se corresponden con aquellas que son demandadas para ese puesto?
Sabiendo exactamente qué es lo que quiero, puedo centrarme en ello, realizar un plan de acción y ejecutarlo.
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