El 29 y 30 de Marzo tuvo lugar la séptima edición de nuestro Foro de Empleo Deusto que este año se abrió con una Mesa redonda Mesa Redonda sobre la Conciliación de la vida familiar y laboral: situación actual y retos de futuro.
Los ponentes fueron:
- Gloria Múgica, Dir. de Planificación e Innovación en el empleo del Gobierno Vasco
- Garbiñe Urrutikoetxea, Dir. de Recursos Humanos y Calidad de Guggenheim Bilbao.
- Ignacio Buqueras y Bach, Pte. de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles.
- Nerea Martiartu, Gerente de Deloitte.
- María Silvestre, Dir. de Emakunde.
A continuación, os ofrecemos un resumen de lo que allí se trató:
Una responsabilidad compartida por poderes públicos, empresas y sociedad
La conciliación laboral y familiar no es sólo cosa de mujeres, aunque los datos no refrendan esta afirmación. Ellas siguen siendo las que piden las bajas por maternidad o las que solicitan una reducción de jornada para atender a la familia, dado que los horarios actuales no facilitan esta labor. Y no sólo hay que conciliar para atender a hijos e hijas, si no también a un entorno cada vez más envejecido o, simplemente, para tener tiempo personal.
Cambiar estos términos y hablar de corresponsabilidad es una labor de todos los agentes implicados en el sistema: desde la sociedad hasta los poderes públicos, pasando por el entorno empresarial. Por ello, DeustuLan quiso abordar este asunto en la mesa redonda que organizó el pasado 29 de marzo en el marco del VII Foro de Empleo.
Otro horario
«Necesitamos buscar un modelo que facilite la conciliación, pero también la productividad de las empresas», destacó Gloria Múgica, Directora de Planificación e Innovación en el empleo del Gobierno Vasco al inicio de su intervención en la mesa redonda. El tiempo es «un valor en alza frente al salario» y está empezando a tomar peso en las exigencias laborales de las plantillas.
La racionalización de horarios también permite ganar competitividad porque conlleva «menos absentismo, una mejora de la productividad, un descenso de la siniestrabilidad, retención del talento y gestión por resultados».
El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, atendiendo al mandato de la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres aprobada en 2005, ha puesto en marcha un plan de actuación para abordar la conciliación en el campo sociolaboral, «para fomentar, promocionar y sensibilizar en esta materia, enmarcado en las políticas de Responsabilidad Social Empresarial y de relaciones laborales».
Lo primero ha sido constatar que necesitamos un nuevo horario laboral, basado en la jornada europea-flexible. El departamento que dirige Gemma Zabaleta propone un nuevo calendario que mantiene las características de la jornada continua, reduciendo el tiempo máximo para la comida. Se trataría de entrar a trabajar entre las ocho y las nueve de la mañana y salir entre las cinco y las seis de la tarde. Según los datos que maneja este departamento, la adopción de esta jornada supondría mejorar un 36,7% el clima laboral y la satisfacción de las plantillas, un 30% la conciliación y un 23,3% la productividad.
La consejería ha definido ya una metodología de implantación de un nuevo modelo laboral en las empresas vascas con un programa piloto en cuatro organizaciones cuyos resultados se darán a conocer en los próximos meses.
Empresas más productivas
Tanto Nerea Martiartu, Gerente de Deloitte, como Garbiñe Urrutikoetxea, Directora de Recursos Humanos y Calidad de Guggenheim Bilbao, constataron con cifras y hechos que las empresas ganan productividad con el cambio de horarios.
Martiartu aseguró que en el País Vasco «se trabajan 272 horas más que en Europa, pero no tenemos más productividad». De hecho en otros países este índice está creciendo el 5,7% mientras que aquí «ha decrecido el 2%», según se recoge en el estudio ‘Hacia un nuevo modelo laboral en Euskadi. Benchmarking europeo de usos del tiempo’, elaborado por Deloitte.
España es, según la consultora, «una ‘rara avis’» en su entorno. Ni siquiera países como Italia, Grecia y Portugal tienen los mismos horarios extensivos y que no satisfacen a las plantillas. «Más del 4% de los españoles están poco o nada satisfechos con su equilibrio de vida», advirtió Martiartu.
Aunque no muchos, Nerea Martiartu reconoció que en los últimos cinco años ha habido avances en la racionalización de los horarios, con la implantación de la jornada intensiva todo el año y la flexibilidad de entrada y salida, aunque se mantiene el corte de dos horas al mediodía.
«El 15% de las empresas que han hecho estos cambios no han visto cambios en cuanto a la pérdida de clientes, pero sí han mejorado el clima de trabajo y la atención al cliente y han aumentado la productividad», aseguró Martiartu. La representante de Deloitte recomendó a las empresas que vayan a abordar este asunto, una «planificación de los procesos de cambio» comenzando por la flexibilización de la entrada y la salida y el acortamiento de la hora de la comida. Y aseguró que poner en marcha este sistema no depende del tamaño de la empresa y que «no hay grandes barreras más que la voluntad» de hacerlo. Eso sí «no se puede abordar desde el enfrentamiento» en la negociación de los convenios.
Garbiñe Urrutikoetxea, Directora de Recursos Humanos y Calidad de Guggenheim Bilbao ratificó en la mesa redonda que estas medidas tienen consecuencias positivas en las empresas.
El Museo implantó hace dos años la certificación EFR (Entidad equilibrada, flexible y respetuosa) de conciliación para mejorar la calidad de vida de una plantilla que reclama tiempo por las mañanas para atender a sus obligaciones familiares. «El certificado nos ha permitido ver que la conciliación no es sólo acuerdos de horarios», aseguró Urrikoetxea, quien garantizó que, con los cambios internos, el absentismo «ha bajado a menos de la mitad de lo que teníamos en 2007». Además, el 60% de la plantilla trabaja actualmente en grupos de mejora voluntarios «que no tienen nada que ver con la conciliación y con los horarios».
Desde la Administración
María Silvestre, Directora de Emakunde, apuesta por hablar no de empresas que ofrecen conciliación, sino de organizaciones «corresponsables». La que fuera decana de Sociología de la UD recordó que, actualmente, sólo concilian las mujeres –suponen el 95,53% de los permisos tras el nacimiento- «y esto tiene consecuencias para las empresas, las familias y la igualdad».
Este estereotipo refuerza «las desigualdades entre mujeres y hombres en su desarrollo profesional y personal y en su provisión de recursos, actual y futura», denunció María Silvestre, quien recordó que la corresponsabilidad es necesaria para el cuidado de la descendencia, pero también de las personas mayores.
En su opinión las políticas públicas pueden incidir en este cambio de cultura y puso como ejemplo las medidas que han tomado en los países nórdicos, donde el permiso de natalidad es intransferible y hay un alto porcentaje de padres que se acogen a esta medida. «Esto tiene efectos en la cultura empresarial, porque el responsable de recursos humanos ya no piensa que será la madre la que faltará al trabajo. Se rompe este estereotipo sexista en la contratación de las mujeres», aseguró María Silvestre.
En la mesa redonda también participó Ignacio Buqueras y Bach, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles quien aseguró que en este país no sabemos gestionar el tiempo. El portavoz de ARHOE refrendó la apuesta por la corresponsabilidad y constató que, si bien «la mujer ha salido de casa al mercado laboral, el hombre no ha entrado en casa». Para Buqueras y Bach «las mujeres y los niños son los dos grandes perjudicados de estos horarios irracionales» que alargan la jornada laboral más allá de la media europea.
En su manifiesto por unos horarios racionales, la ARHOE reivindica una profunda modificación de los horarios en España, «que nos ayude a ser más felices, a tener más calidad de vida, y a ser más productivos y competitivos».
Para conseguirlo han propuesto cinco grandes pactos nacionales para que los partidos políticos recojan este tema en sus programas, las organizaciones empresariales lo aborden en los convenios colectivos, las televisiones adelanten los horarios de sus programas nocturnos, las administraciones fomenten estas medidas y la sociedad lo apoye, mediante la ratificación de este manifiesto.
Sonia Gorostizaga para la Universidad de Deusto
