27 de octubre, lunes de la XXX semana del tiempo ordinario
Durante siglos, las mujeres han cargado pesos invisibles: silencio impuesto, desigualdad, falta de reconocimiento. Aunque se han logrado avances, aún persisten estructuras y miradas que encorvan sus posibilidades.
El Evangelio presenta a una mujer encorvada durante dieciocho años, símbolo de tantas vidas dobladas por la injusticia y el desprecio. Jesús la ve, la llama y la libera, desafiando una ley que antepone la norma al ser humano. En su gesto, Jesús le devuelve dignidad y la esperanza.
Aprendamos a mirar con los ojos de quien libera, no de quien juzga. Enderecemos con nuestras palabras y acciones lo que la historia ha doblado. Tratemos de ir juntos hacia una sociedad donde ninguna mujer tenga que seguir encorvada y tenga que pedir permiso para ponerse en pie. Feliz lunes.
