Murcia: ¿El fin de un modelo basado en el nacionalismo hidráulico?

Artículo escrito por Irene Palacios Brihuega

A lo largo de los últimos años la Región de Murcia se ha consolidado como la comunidad autónoma más conservadora de toda España. Desde 1995, el PP de Murcia ha ganado todas las elecciones autonómicas con mayorías absolutas, la última de ellas, en 2011, con un nuevo record de votos y de escaños (33 diputados de 45 y un 58,82 por ciento de los votos). La oposición parlamentaria la componen únicamente dos partidos, el PSRM-PSOE e IU-Verdes RM, que durante estos 20 años duramente han logrado mantener sus apoyos: Desde las elecciones de 1999, IU-Verdes ha venido obteniendo únicamente un diputado,  mientras que el PSRM ha ido bajando progresivamente de 18 a 11. En las últimas elecciones generales el PP aventajó ni más ni menos que en 24 puntos al PSOE (siendo esta la comunidad donde más apoyos cosechó), mientas que en las municipales se hizo con 39 de los 45 ayuntamientos de la Región, incluidos los de las ciudades más importantes como Lorca, Cartagena y Murcia.

¿Cómo se puede explicar esta hegemonía conservadora en la Región? Y lo que es más importante, ¿se ha deteriorado en algo desde las últimas elecciones autonómicas? Si bien es difícil anticipar cambios en una región tan tradicional y conservadora como la murciana, lo cierto es que las encuestas regionales de intención de voto señalan por primera vez el final de la mayoría absoluta del PP y la composición de un Parlamento tetraédrico con la entrada de UPyD. Lo curioso de este fenómeno es que la caída del PP no se produce a costa de un empuje del PSRM, que permanece estancado, sino como consecuencia de la emergencia de UPyD y del crecimiento de IU-LV y de la abstención, lo que hace prever que por primera vez los pactos post-electorales jugarán un papel clave en la Región.Para entender las causas de este posible desplome del PP hay que echar un vistazo a la evolución de las tres variables que se han considerado claves en las sucesivas victorias del PP en la Región: el problema del agua, la popularidad de Ramón Luis Valcárcel entre los murcianos y la debilidad del PSRM.  Veamos algunos datos.

El problema de la escasez de agua ha sido una de las principales armas políticas durante la última década en la Región de Murcia. En 2004, la derogación del Plan Hidrológico Nacional por parte del gobierno de Zapatero supuso un auténtico momento de inflexión en la política murciana, pues sirvió al PP para construir, en torno a la ya acuñada consigna de “Agua para todos”, el discurso del agravio victimista sobre el que durante años ha levantado sus crecientes mayorías absolutas. En la Región se adoptó el término de “nacionalismo hidráulico” (Foro Ciudadano de la Región de Murcia, 2005) para designar a la incipiente identidad regional murciana que el PP estaba logrando forjar en torno a la cuestión del agua y que ha sido el fundamento de su hegemonía política.

Los datos apoyaban esta tesis. En 2005, según el Barómetro Autonómico I del CIS, el 60,4% de los murcianos señalaba “la escasez de agua, la sequía” como uno de los tres problemas más importantes de la Región de Murcia. Esta variable correlacionaba positivamente con el sentimiento de orgullo por ser murciano y con la cercanía al PP. Sin embargo, siete años más tarde el PP murciano se ha visto obligado a sacar el problema del agua de su agenda política como consecuencia de los golpes maestros que ha sufrido por parte de su propio partido. A comienzos de legislatura ya se hizo evidente que, en contra de sus expectativas, la recuperación del Trasvase del Ebro no figuraría finalmente en el programa electoral del PP para los comicios generales de 2011; Meses más tarde también se escaparía buena parte del agua del Trasvase Tajo-Segura al quedar fijada en 400 hectómetros cúbicos la reserva estratégica mínima de los embalses de Entrepeñas y Buendía que abastecen al Segura (cuando Murcia consideraba imposible que esa reserva se elevase por encima de los 240 hectómetros), lo que fue un triunfo claro del gobierno castellano-manchego encabezado por María Dolores de Cospedal. Si bien es cierto que la preocupación de los murcianos por el problema de la sequía ha decaído hasta mínimos (3,8 por cien, según datos del último Barómetro autonómico del CIS) a costa de los problemas relacionados con la crisis, será interesante ver cómo se desenvolverá el PP murciano en su próxima campaña sin recurrir al eslogan que le ha hecho ganar elecciones (municipales y autonómicas) durante los últimos 10 años.

Tabla 1. Porcentaje de ciudadanos que cita los problemas relacionados con la “escasez de agua, la sequía” como uno de los tres principales problemas de la Región de Murcia

Barómetro autonómico I, 2005 60,4
Barómetro autonómico II, 2010 18,6
Barómetro autonómico III, 2012 3,8

Fuente: Barómetros autonómicos del CIS 2005, 2010 y 2012

Un segundo factor de la creciente marea popular en la Región de Murcia ha sido la buena reputación de la que ha gozado durante estos años el presidente Ramón Luis Valcárcel entre los murcianos. Cuando en los dos primeros barómetros autonómicos del CIS se solicitaba a los ciudadanos que valorasen a su presidente autonómico (su actuación, sus cualidades y la confianza que les merecía), en Murcia las respuestas positivas superaban ampliamente a las negativas, algo que no ocurría en el conjunto de España. En cambio, en el último Barómetro autonómico de 2012 el desgaste de Valcárcel se hizo ya más que evidente: el 63% de los murcianos decía tener poca o ninguna confianza en él y apenas un 27% aprobaba su actuación. A las pésimas cifras que ha dejado la crisis en la Región se une el hecho de que en estos casi 20 años de gobierno el Presidente no ha conseguido que se realice ni uno solo de los grandes proyectos que ha prometido de manera insistente y en los que ha empeñado su credibilidad: ni la macrourbanización turística de Marina de Cope (cuya Declaración de Interés Regional fue anulada recientemente por el Tribunal Superior de Justicia de Murcia), ni la construcción del macropuerto de El Gorguel, ni la llegada del AVE a la Región, ni la apertura del nuevo aeropuerto “internacional” de Murcia (que a pesar de estar terminado no tiene fecha debido al contencioso legal en que se han enzarzado la Comunidad y la concesionaria privada, sumándose así a la lista de aeropuertos sin aviones en España).

Tabla 2. Confianza, cualidades y valoración de la actuación de los presidentes autonómicos (Porcentaje que señala Mucha+ Bastante/ Muy buena+ Buena)

  Confianza en el presidente autonómico (Mucha+Bastante) Cualidades del presidente autonómico (6 cualidades: Mucho+Bastante) Valoración de la actuación del  presidente autonómico (Muy buena+buena)
 
  Barómetro Autonómico I, 2005
Región de Murcia 57,3% 51,5% 51,2%
Media nacional 46,4% 35,9% 40,2%
  Barómetro Autonómico II, 2010
Región de Murcia 51,0% 53,7% 44,3%
Media nacional 40,2% 27,5% 33,4%
  Barómetro Autonómico III, 2012
Región de Murcia 36,8% 45,6% 27,6%
Media nacional 32,9% 25,2% 25,5%

Fuente: Barómetros autonómicos del CIS 2005, 2010 y 2012

 

Por último está la escasa acogida de la oposición política, y en particular del PSRM, entre los murcianos. Desde que perdiera las elecciones autonómicas en 1995, el PSRM apenas ha logrado pasar la barrera del 30% de apoyo, decayendo hasta el 23,8% en los últimos comicios de 2011. Ni siquiera durante los años de los triunfos socialistas en las generales con Zapatero ni ahora que la crisis está haciendo mella en los apoyos a los conservadores, el PSOE murciano logra mejorar su respaldo.  Sin embargo, a pesar de los pésimos resultados, el partido parece anclado en la oposición débil y acomodaticia, totalmente ausente de autocrítica. Desde que Pedro Saura, Secretario General del partido entre 2004 y 2012 y último candidato a la Asamblea de la Región, abandonara su cargo en 2010 para ser diputado nacional, el PSRM se ha instalado en la promesa continua de unas primarias que nunca llegan, principalmente por la falta de candidatos. El actual, Rafael González Tovar, Delegado del Gobierno en la Región entre 2008-2011, y que ya ha anunciado que disputará las primarias, no parece en cualquier caso el más apropiado para emprender la ansiada renovación del partido.

Por tanto, aunque las dos primeras variables parecen mostrar claros indicios de que el apoyo al PP podría verse resentido en unas futuras elecciones (por la desaparición del issue del agua en la Región y por las malas valoraciones de Valcárcel), la ausencia de una oposición medianamente fuerte plantea serias dudas acerca de la posibilidad de que los murcianos se decidan finalmente a retirar su apoyo al partido que ha estado gobernando la Región durante los últimos 20 años. Una cuarta variable que queda por disipar es quien será el candidato del PP para las próximas elecciones y qué capacidad mostrará para resolver la ecuación murciana. Ramón Luis Valcárcel, al frente de la Comunidad murciana desde hace 19 años y  uno de los mandatarios autonómicos más longevos en el cargo en toda la historia de la democracia española (sólo empatado por Manuel Chaves al frente de Andalucía y Pedro Sanz en La Rioja), ha decidido refugiarse en el Parlamento Europeo, por si acaso.

 

 

 

 

 

Castilla-La Mancha:¿La baronesa breve?

Escrito por Ignacio Urquizu*  @iurquizu

En mayo de 2011, por primera vez en la reciente historia de la democracia, el Partido Popular se hacía con el gobierno autonómico de Castilla-La Mancha. Y no era una candidata cualquiera. La Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, lograba convertirse en baronesa territorial mientras dirigía los designios del Partido Popular a nivel nacional. Como veremos a continuación, esto último no es una cuestión baladí.

Hasta la fecha, las victorias autonómicas del PSOE siempre habían sido por mayoría absoluta. En cambio, las elecciones generales eran otro cantar: desde 1996, el Partido Popular se había hecho con la victoria elección tras elección. Si nos detenemos en los comicios locales, sólo en 1995 el PP logró ser el partido más votado en la región.

Por lo tanto, desde hace 17 años, Castilla-La Mancha es una comunidad dual: mientras que en las elecciones generales ganaba el PP, en las autonómicas se imponía el PSOE. Pero, ¿cómo son sociológicamente los castellano manchegos para presentar este comportamiento?

 

La tabla 1 muestra la media ideológica en las comunidades autónomas, así como el porcentaje de ciudadanos de izquierdas en cada territorio. Para calcular ambos datos, he tenido en cuenta la escala ideológica 1-10, donde 1 es extrema izquierda y 10 extrema derecha. Si nos detenemos en la media ideológica, podemos ver que la región más progresista es Navarra y la más conservadora Castilla y León. En cambio, si el criterio es el porcentaje de personas que se definen a sí mismos como progresistas, la comunidad autónoma más de izquierdas es Navarra, pero la menos progresista es Canarias. Castilla-La Mancha se encuentra entre las más conservadoras, situándose por debajo de la media en progresismo. No obstante, su media ideológica nos dice que, como la gran mayoría de comunidades autónomas, este territorio se sitúa dentro del espacio centro-izquierda.

 

Estos primeros datos nos ayuda a entender parte de la dualidad de Castilla-La Mancha. Aunque de media se ubica en el espacio ideológico más próximo al PSOE, también es cierto que el porcentaje de ciudadanos progresistas es reducido y no llega al 25 por ciento. Ambos datos dan esperanzas a las dos principales fuerzas políticas.

Quizás algunos piensen que el eje izquierda-derecha es algo “antiguo” y hoy en día las etiquetas van más allá de estas dos categorías. La tabla 2 muestra como se ven a sí mismos los castellano manchegos según distintas categorías ideológicas. Conservadores y socialistas están empatados. Algo parecido ocurre con demócrata cristiano y progresista. La categoría socialdemócrata inclina la balanza hacia la izquierda, mientras que los que se identifican como liberales se convierten en el oscuro objeto de deseo, puesto que ellos pueden cambiar mayorías.

¿A quién votan los liberales? Según la encuesta postelectoral autonómica del CIS de mayo de 2011, en las elecciones autonómicas de 2011, el PP ganó al PSOE por 10 puntos en esta etiqueta ideológica. En cambio, en las de 2008, la ventaja fue para el Partido Socialista por algo más de 6 puntos.

Desde luego que la ideología y el voto de los liberales no son los únicos factores que explican la victoria de María Dolores de Cospedal. La política nacional tuvo mucho que ver. Cuando en el barómetro autonómico se solicitaba a los castellano manchegos que valorasen a su gobierno regional, la nota media era muy buena y las respuestas positivas superan a las negativas en 16 puntos, algo que no ocurría en el conjunto de comunidades autónomas.  Además, el Presidente Barreda tenía la confianza del 50 por ciento del electorado, cuando la media nacional de confianza en los presidentes autonómicos era del 35,5%. En la encuesta elaborada en su momento por Noxa, mientras Barreda sacaba un 6,1, Cospedal se situaba en el 4,8. Así, que todo eran parabienes para el gobierno autonómico.

Pero si se interrogaba a los castellano manchegos por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, las respuestas negativas superaban a las positivas en 38,1 puntos, ligeramente por encima de la media nacional. En cambio, el trabajo de oposición de Mariano Rajoy era mejor valorado en Castilla-La Mancha que en el conjunto de comunidades autónomas.

En definitiva, la región de Castilla-La Mancha es un lugar propicio tanto para victorias socialistas como victorias populares. La ideología de sus ciudadanos puede permitir ambos escenarios y los liberales parecen clave a la hora de definir la victoria. Quizás, el elemento más definitorio está en la política nacional. Hemos visto que una buena valoración de la gestión autonómica no fue suficiente para mantener el gobierno regional en manos del PSOE. Por ello, en el futuro, el enorme desgaste del PP a nivel nacional puede acabar devolviendo Castilla-La Mancha a los socialistas.

* Es profesor de Sociología en a Universidad Complutense de Madrid y colaborador de la Fundación Alternativas

La ideología del ciudadano medio de cada CCAA y su distancia a los partidos

Si hace unos días os presentábamos un gráfico sobre cómo posicionan los ciudadanos de cada comunidad autónoma a los partidos políticos en la escala ideológica izquierda-derecha, hoy añadimos la autoubicación de los encuestados en la misma escala. Así, podéis comparar la ideología del ciudadano medio de cada CCAA y ver la distancia ideológica que les separa de la ideología media que atribuyen a los principales partidos políticos de su comunidad autónoma.

Nos gustaría poner nuestra mirada en tres de los muchos puntos que se pueden ver en el gráfico:

1) Los partidos se encuentran en cada CCAA con un votante medio diferente en función de su ideología. La horquilla es amplía y va del 3,6 (izquierda) del votante medio del País Vasco y Navarra al 5 (centro) del votante medio de Castilla y León. La  variación es significativa, pero no hay ninguna CCAA donde el votante medio se situé en la derecha o en el centro derecha. Es decir, ni las Comunidades donde el Partido Popular ha venido obteniendo cómodas mayorías absolutas en las últimas décadas, como Madrid, Murcia o la Comunidad Valenciana, pueden ser etiquetadas sociológicamente de derechas.

2) Los dos grandes partidos políticos, PSOE y sobre todo PP, están lejos de representar ideológicamente al votante medio en la mayoría de las Comunidades Autónomas. El PP no es el partido más cercano al votante medio en ninguna CCAA y el PSOE es el más cercano solo en cuatro de ellas, Andalucía, Asturias, Madrid y Baleares. Atención a UPyD, cuya tendencia al alza en intención de voto recogen ya todas las encuestas: hasta en diez CCAA es el partido que más se aproxima a la ideología media de los ciudadanos. Dicha afinidad ideológica desaparece drásticamente en Navarra, País Vasco y Cataluña, donde los ciudadanos (autoubicados por término medio en la izquierda del espectro político, alrededor del 3,5) perciben al partido de Rosa Díez como un partido marcadamente de derechas (cercano al 7 en la escala de 0 a 10).

3) En Cataluña el votante medio está a mitad de camino de ERC e Iniciativa por un lado y de PSC, por el otro. En el País Vasco también está entre Ezker Anitza y el PSE, aunque más cerca del primero. En cambio, las elecciones las ganan en ambas CCAA partidos más alejados en el eje ideológico como CiU y PNV, pero más cercanos en el otro eje de competición política, la dimensión territorial.

La ideología de los partidos según los ciudadanos

Gracias al Barómetro Autonómico III del CIS (realizado al final de 2012) podemos aportar datos sobre cómo perciben los ciudadanos de cada CCAA la ideología de los principales partidos de cada Comunidad Autónoma. En el siguiente gráfico vemos como ordenan a los partidos atendiendo a su ideología en el eje izquierda-derecha y como podréis observar en un primer vistazo rápido, no todos los partidos son iguales para los ciudadanos…

Siguiendo los datos del gráfico, nos gustaría destacar siete puntos:

1) Aunque parezca una obviedad y a pesar de la mala imagen que tienen los dos principales partidos, a pesar de la idea masivamente difundida de que el Partido Popular y el PSOE son lo mismo, los ciudadanos son capaces de diferenciarlos y establecer una profunda brecha ideológica entre ellos en todas las comunidades. Al PSOE se le sitúa a la izquierda y al Partido Popular a la derecha en todas las CCAA.

2) Por ahora, pese al esfuerzo de algunos de sus dirigentes en contradecir la imagen que tienen de ellos la mayoría de la opinión pública, UPyD es percibido en todas las CCAA como un partido de centro. En todas las CCAA está más cerca ideológicamente del PSOE que del Partido Popular. Solo hay tres excepciones…

3) Las 3 excepciones donde los ciudadanos escoran más a la derecha a UPyD y lo sitúan más cerca del Partido Popular son Pais Vasco, Navarra y Cataluña. Parece plausible pensar que el énfasis que pone UPyD en la unidad indisoluble del estado español y su apuesta contra viento y marea por un estado más centralizado ha llevado a los ciudadanos de estas CCAA a identificar a UPyD como un partido de derechas, a diferencia de lo que ocurre en el resto de las CCAA.

4) Estos días también se ha venido hablando de la necesaria formación de un frente unido que congregara a todas las fuerzas de izquierdas para poder derrotar electoralmente al Partido Popular. En el gráfico se puede ver que a la izquierda del PSOE está IU en todas las CCAA y además en la mayoría de las CCAA hay partidos de ámbito autonómico situados en la izquierda del espectro ideológico. A la derecha del PP, solo hay un partido en España con representación parlamentaria autonómica, el FAC de Álvarez Cascos.

5) Cataluña es la CCAA que tiene más oferta de partidos de derechas según los ciudadanos. CiU, Ciutadans y UPyD  son situados en el mismo punto de la escala ideológica (alrededor del 6,5). El PSC no tiene competidores en el centro, a diferencia de lo que ocurre en el resto de las CCAA. Los catalanes sitúan a Iniciativa per Catalunya y a ERC en el mismo punto ideológico, por debajo del 3, en la izquierda, muy alejados del PSC.

6) En el País Vasco, a diferencia de Cataluña, el principal partido nacionalista, el PNV, comparte el espacio central con el PSE, según los ciudadanos de dicha CCAA.

7) UPyD y el PSOE son los partidos respecto a los que hay una imagen más diferente en función de la CCAA (hasta una diferencia de 2,5 puntos en la escala de 0 a 10). El PSOE para los murcianos es prácticamente de extrema izquierda (2,9) mientras que en Navarra es percibido como un partido de centro-derecha (5,4). La posición de UPyD varía entre el 4,5 para los castellano manchegos (centro-izquierda) y el 7 en el que le ubican los ciudadanos vascos (derecha).