12 de noviembre, miércoles de la semana 32 del Tiempo Ordinario.
En tiempos en que la prisa domina y apenas nos detenemos a reconocer lo bueno que ocurre, la gratitud parece un gesto olvidado. Vivimos rodeados de noticias que resaltan lo que falta, lo que duele, lo que no funciona. Sin embargo, cada día hay manos que curan, palabras que consuelan y pequeños milagros que pasan inadvertidos.
El relato de los diez leprosos muestra que no basta con recibir, sino que es en el regreso agradecido donde se revela la profundidad de la fe y la humanidad. Nueve siguieron su camino satisfechos; solo uno volvió con el corazón despierto. La curación fue el comienzo, pero la gratitud fue el verdadero milagro.
Podemos aprender a mirar con más conciencia, a volver sobre nuestros pasos y reconocer lo que nos sostiene. Que el agradecimiento nos abra los ojos a lo cotidiano y nos devuelva la alegría de lo sencillo. Feliz miércoles.
