15 de noviembre, sábado de la semana 32 del Tiempo Ordinario.

La realidad nos muestra cómo quienes sostienen causas justas a menudo deben insistir una y otra vez. La constancia se vuelve un bien precioso en medio de la prisa y el cansancio social.

El relato presenta a una viuda que no se rinde y a un juez que acaba cediendo ante su tenacidad. Lo esencial es la confianza que impulsa a mantenerse en pie incluso cuando todo parece inmóvil. La fe que Jesús señala no es pasividad sino una fuerza que sostiene y permite seguir adelante.

Intentemos cultivar la esperanza activa que no se agota fácilmente. Animamos a mantener la voz y el paso cuando la justicia parece tardar. Feliz sábado.

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