Lecturas 9 de mayo, Sábado 4ª semana de Pascua
Uno de los grandes retos de toda vida es crecer en conocimiento. A través de distintos mecanismos de conocimiento compartido, el ser humano ha evolucionado en la tierra hasta llegar al momento en el que estamos. De hecho, hoy, tenemos más recursos que nunca para interactuar con la naturaleza, a pesar de sustos como el virus que asola nuestros días.
Pero el conocimiento, no solo se reduce a las cosas, sino que se aplica al modo de encarar la vida en su profundidad. Conocer a Jesús, no se limita a sus datos biográficos, ni los contenidos de su doctrina, sino conectar con el Espíritu de Jesús de una manera en que hoy podamos vivir su seguimiento.
Ignacio de Loyola habla de conocimiento interno para referirse a eso. Hoy, en cierta globalización de la superficialidad, el peligro es el de conocer sin conocer. La invitación es aproximarnos a la realidad de la vida de una manera más profunda, para que nos hagamos cargo de esa realidad al modo en que Jesús lo ha hecho con la humanidad.