Lecturas 26 de agosto. Miércoles XXI tiempo ordinario.
De un modo y otro, siempre queremos dar buena imagen y parecer personas justas. La cosa se complica cuando miramos nuestras conductas y sus consecuencias. Mayormente, todo el mundo es bueno, pero mayormente las vístimas del mundo son demasiadas. Hay algo que falla.
Mateo sigue con la bronca de Jesús a los fariseos, y con ellos al sistema social que generaba marginados a través de las reglas de impureza, pobreza a través de los impuestos y legitimidad a través de la relación del poder político y religioso.
En nuestras sociedades de lo políticamente correcto, vemos que nuestros discursos apuntan a la justicia, pero el resultado sigue siendo parecido con el incremento de la desigualdad social. El evangelio nos dice que por sus hechos los conoceréis, a nosotros las generaciones próximas nos juzgaran por las consecuencias de nuestros hechos.