Lecturas 23 de septiembre. Miércoles XXV tiempo ordinario
Hay situaciones en las que nos sentimos estancados. Parece que hay una serie de lazos que nos agarran y nos hacen vivir un continuo día de la marmota, donde un día sigue a otro y donde los escenarios de nuestra vida parecen inamovibles.
Jesús envía a los discípulos. Los saca de su lado para que vayan a proclamar el Reino de Dios y a curar enfermos. Los envía apenas sin equipaje ni mochila con la cual hacer más confortable y seguro el camino. Los envía un poco a la brava.
Nuestras vidas son caminos a recorrer, porque la novedad (si algún joven lo lee, dirá que es viejuno) del Reino es la novedad que los discípulos experimentaron en su vida. Dejaron sus vidas por alto totalmente nuevo que no estaba en el horizonte y ese algo fue el conocer a Jesús y al Dios que Jesús predica. En tiempos de I+D tal vez debemos de profundizar en conocer a Jesús en lugar de algunos humos que nos venden.