3 de octubre. Lunes de la XXVII semana del tiempo cordinario. San Francisco de Borja
Hay veces que nos metemos en unos líos teóricos que nos despistan de lo importante. En este caso descubrir quién es mi prójimo no requiere ciencia especial, sino humanidad especial. Se trata de trabajar la sensibilidad para descubrir quién es mi prójimo, ojos para verlo, oídos para escucharle, manos para abrazarle y corazón para quererle.
En relgigiones donde el aparato doctrinal es muy fuerte a veces uno se pude despistar. Jesús recurre al criterio de misericordia como referente a la hora de elegir actuar. No se trata de quién sea, ni de que norma sea; se trata de ser misericordiosos como el Padre.
La palabra prójimo alude a próximo. Hoy puede ser el día de estar atentos a los próximos, abrir los sentidos a lo que viven, necesiten, celebren y compartan. Se trata de descubrir que además de estar efectivamente próximos, podemos estar afectivamente cercanos. Feliz lunes.