23 de octubre, Domingo XXX del tiempo ordinario
En nuestro mundo el postureo nos pierde, solemos creernos la imagen que queremos dar sin darnos cuenta de lo que realmente somos. Esto es así, que además en la vida social, el aparentar lo que no somos nos define cómo somos.
Ante una religión hacia la apariencia Jesús aboga por una práctica sincera. A Dios no le interesa lo que aparentemos, sino lo que somos; porque la verdad es la que nos hace libres para vivir y experimentar el Reino.
Para hoy podríamos hacer el ejercicio de dar gracias porque soy como estos. Soy como estos que tienen defectos, soy como estos que aman, soy como estos que se equivocan, en definitiva dar gracias por ser humano, por ser hijo de Dios. Feliz Domingo.
Ser agradecidos por tener claro nuestro referente, Jesús, invita a «intentar hacer El Reino»