5 de marzo. Domingo de la II semana de Cuaresma
Mucha gente sube los domingos al monte. Es un modo de evasión pero a la vez también es una ocasión para cargar pilas y reconectarse a la naturaleza ya uno mismo. El monte reprsenta esa ocasión de mirar más allá del horizonte paisajístico y el horizonte presonal.
En la Biblia el monte es un espacio de encuentro con Dios. Jesús, al igual que lo hizó Moisés a por las tablas de la Ley, sube al monte y vive ese momento tan especial de confirmación en el camino hacia Jerusalén. El Padre le confirma en su misión.
Todos tendríamos que tener nuestro momento monte. Un espacio y un tiempo en el que como Jesús pudiéramos subir a encontrarnos con la naturaleza, con nosotros mismos y con Dios. Un espacio donde respirar e inspirarnos en nuestra vida de cada día. Feliz domingo.