Según oigo, juzgo

22 de marzo. IV Miércoles de Cuaresma

No dejamos de oír cosas en medio de este griterío mediático. El asunto es que en este tiempo el ruido nos aturde y al final somos incapaces de distinguir una cosa de otra, somos incapaces de juzgar y de este modo no podemos discernir ni elegir.

Jesús nos habla de su vida en relación al Padre. Él se vive desde el Padre y lo vincula a la propuesta que Jesús mismo hace. Acoger la palabra de Jesús es acoger la palabra que nos da viday rechazarla nos sigue vinculando a menos vida.

En nuestor entorno la conversación está fijada en el debate político, cada vez más polarizado. Necesitamos diálogo, no ruido; necesitamos calma para entender la complejidad de nuestros problemas y necesitamos suficiente cariño para ayudarnos. Feliz miércoles.

Esta entrada fue publicada en Publicaciones del blog. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.