15 de julio, Sábado XIV del tiempo ordinario San Buenaventura
¿Cuánto vale la vida humana? En el mundo de los principios la vida y su dignidad se convierten en algo incalculable, pero la dimensión práctica ya se encarga de matizar el principio. Por ejemplo los seguros ya han puesto precio a quienes fallecen por accidente.
Jesús nos dice que ante los ojos de Dios somos preciosos y que ue Él cuida de cada uno de nosotros como la niña de sus ojos. El asunto surge en un contexto de hablar de los sacrificios en el Templo donde el sacrificio y su efecto estaba tasado. Pero el Dios de Jesús no tasa, sino que es la desmedida del amor.
Otra aproximación es calcular el valor de nuestra vida en otra dirección: ¿para cuánto valemos? Se trata de descubrir en cómo nuestra vida colabora en la dirección del amor, en la dirección del Evangelio. Feliz sábado.
La vida no tiene precio, es incalculable. Para los seguros
es dinero, negocio. Para quien
te necesita, tiene su límite,
Para quien te quiere de verdad,
tampoco tiene precio… Pero el amor de Dios es infinito así que la vida tampoco tiene límite para El.
Cuidemos la como oro en paño, es un regalo irrepetible…. Y la de los demás también.