18 de septiembre, Lunes XXIV, tiempo ordinario
En una cultura como la nuestra, donde toda realidad se fragmenta, el papel de la fe surge como interrogante. ¿Es la fe algo que unifica la realidad o algo que se vive como un fragmento más de nuestro puzzle vital?
El Evangelio nos presenta a un mal visto centurión romano invasor como ejemplo de fe. Es bienvisto por el pueblo por construir una sinagoga, pero sobre todo es reconocido por Jesús por la fe que confiesa.
La fe se puede vivir con intensidades distintas, pero lo que no podemos hacer es encerrarla en un cajón más de nuestra vida. La fe tiene vocación de unificar, integrar e iluminar los distintos aspectos de nuestra vida. No confundamos la luz que alumbra con el objeto alumbrado. Feliz lunes.