24 de octubre, Martes XXVIII, tiempo ordinario
Son tiempos de incertidumbre en la que las cosas cambian a una velocidad antes inimaginable. El asunto es que muchas veces no solemos estar preparados para los cambios que nos trae la vida y es entonces que nos pillla a contrapie.
Vivir en clave cristiana significa vivir atentos. Frente a la tentación de aletargarnos y acomodarnos, el cristiano, debe estar con los ojos y los sentidos bien abiertos. El Reino acontece de manera inesperada y en lugar inesperado, y es ahí donde conviene estar.
La rutina, la prisa y la velocidad a la que vivimos nos hacen fecto tubo, y nuestra atención solo se centra en lo que entra por el tubo. Pero hay vida más allá, hay vida a nuestro alrededor que merece la pena disfrutar. Feliz martes.