3 de noviembre, Viernes XXX, tiempo ordinario
En los conflictos hay cosas que son evidentes y no se pueden replicar. El problema es que cuando la idea de pretensión de verdad se sustituye por el interés propio somos capaces de justificar lo que sea para sacar provecho. Sólo hay que mirar las atrocidades que se justifican y se han justificado en la historia.
El Evangelio es una propuesta que Jesús nos muestra. El Evangelio, como tal, se convierte en buena noticia que se acoge, no es algo para discutir o replicar. Los fariseos no pudieron replicar a que lo importante es el ser humano enfermo frente a la norma ritual del sábado.
Frente a los que están en modo replicante podríamos responder con una serenidad de vida transparente. Hoy pude ser un buen día para reducir el ruido y dejar que nuestras obras hablen por sí solas. Feliz viernes.