7 de noviembre, Martes XXXI, tiempo ordinario
Tuve un formado que solía decirnos que la vida es una fiesta. El asunto no es olvidar lo negativo que acontece ante nuestros ojos, sino de celebrar la vida compartida. El modo en que abordamos el día y la vida nos lo cambian, y es muy distitno empezar el día con las noticias cenizas o empezar el día con fiesta.
Jesús nos presenta la relación con el Padre como una fiesta. El gran banquete que se nos prepara además es para todos aquellos que quieran venir y participar, no es un evento exclusivo excluyente.
Hoy podemos celebrar nuestro día como una pequeña gran fiesta. Tal vez no se nos ocurran motivos frente al relato apocalíptico, pero seguro que tenemos algo que celebrar y seguro que tenemos con quién celebrar. Feliz martes.