25 de noviembre, Sábado XXXIII, tiempo ordinario
Tras unos días de problemas informáticos volvemos a la palabra de cada día.
En días en que se suman los números de muertos por guerras y otras causas de manera tremenda, parece que las víctimas no cuentan. Nos hemos deshumanizado tanto que nos da igual que vivan que no vivan.
A Jesús le plantea el problema de la resurrección y lo plantean tramposamente, poniendo el acento en la ley y no en las personas. Para dios nosotros somos lo importante, tan importante que su gloria es que nosotros vivamos.
mirar la humanidad como lugar de vida, nos invita a mirar como dios entender que todos estamos vivos y que todos tenemos la misma dignidad . esto es un recordatorio, aquellos puntos ciegos de la realidad, donde se quedan los excluidos y los de los márgenes de los caminos. Feliz sábado.