10 de abril . Miércoles II de Pascua.
En un mundo donde lo «fake» y lo aparente oscurece el ambiente, la verdad se convierte en una luz a la cual aspirar. Una luz que nos traiga coherencia, honestidad, transparencia y que nos saque de tantas tinieblas en las que vivimos como humanidad.
Hoy se nos presenta la esencia del amor incondicional de Dios hacia la humanidad, un amor tan grande que Dios mismo entrega a su propio Hijo para que quien crea tenga vida plena. Y eso sólo se puede hacer desde quien obra la verdad del Evangelio.
Cada momento de nuestra vida es una oportunidad para elegir entre la luz y las tinieblas. «Obrar la verdad» es una decisión consciente de buscar y reflejar la luz en todo lo que hacemos, mostrando con nuestras vidas el amor que nos transforma. Feliz miércoles.